El agua es esencial para que nuestro organismo funcione correctamente, pero muchos de nosotros, sin saberlo, no cubrimos nuestras necesidades diarias de hidratación.
El impacto de no beber suficiente agua va mucho más allá de la mera sed, afectando a todo, desde la digestión hasta la salud de la piel, los niveles de energía e incluso la función cognitiva.
He aquí cinco formas críticas en las que una hidratación inadecuada puede perjudicar a la salud, destacando por qué mantenerse correctamente hidratado debe ser un objetivo clave tanto para la salud física como para el bienestar general.
1. Piel seca
Una hidratación insuficiente puede provocar sequedad cutánea.
"Con una menor ingesta de agua, nuestra piel puede deshidratarse, haciéndonos susceptibles a la piel seca, con picor y agrietada", explica el Dr. Kim Goldin, médico de cabecera y médico evaluador de salud en Nuffield Health. "Esto, a su vez, puede exacerbar una afección cutánea subyacente como la dermatitis o el eccema o hacernos propensos a una infección cutánea".
2. Problemas intestinales
No proporcionar suficiente agua al organismo puede perjudicar la salud intestinal.
"Nuestra salud intestinal puede verse afectada por los bajos niveles de hidratación, ya que el contenido de agua en nuestros intestinos disminuye", dice Goldin. "Esto puede ralentizar los movimientos intestinales y hacer que las heces se vuelvan duras y secas, provocando estreñimiento".
3. Problemas de circulación
Los mareos también pueden ser un signo de deshidratación.
"Los niveles bajos de hidratación pueden causar problemas en nuestro sistema circulatorio, ya que hay menos sangre viajando por el cuerpo", destaca Goldin. "Esto puede provocar síntomas como tensión arterial baja, mareos y vértigos.
"En los casos más graves de deshidratación, la sangre puede espesarse, lo que aumenta el riesgo de coágulos y ataques al corazón.
4. Altera el funcionamiento cognitivo
"Como nuestro cerebro requiere buenos niveles de agua para funcionar, nuestra función cognitiva puede verse impactada por bajos niveles de hidratación", dice Goldin. "Esto puede provocar falta de concentración, cambios de humor (bajo estado de ánimo, irritabilidad), disminución de la capacidad de atención y problemas de memoria a corto plazo".
5. Problemas urinarios
La deshidratación es una causa común de infecciones del tracto urinario y cálculos renales.
"Cuando la ingesta de líquidos es baja, la orina se concentra más, lo que aumenta el riesgo de infección", explica Goldin. "En cuanto a los cálculos renales, existe una relación directa entre la deshidratación y la formación de piedras en los riñones".
Créditos: AP;
He aquí algunos consejos útiles para mejorar tu hidratación...
Beba a lo largo del día
"Aunque nos digan que bebamos de seis a ocho vasos de agua al día para mantenernos bien hidratados, es más práctico beber con frecuencia a lo largo del día", aconseja Goldin. "Establecer recordatorios puede ayudar a alcanzar este objetivo".
Añade fruta
"Haz que beber agua sea más agradable añadiendo una rodaja de limón, pepino o incluso frutas como bayas", sugiere Goldin.
Minimiza el consumo de cafeína y alcohol
"Tanto la cafeína como el alcohol actúan como diuréticos y aumentan la pérdida de agua del organismo. Además de moderar la ingesta diaria de cafeína y minimizar el consumo de alcohol, debemos aumentar el consumo de agua, por ejemplo, bebiendo un vaso de agua con cada bebida con cafeína", recomienda Goldin.
Consumir alimentos ricos en agua
"Consume alimentos con alto contenido en agua, como la sandía, las bayas y los pepinos", aconseja Goldin.
Beba más agua cuando esté enfermo
"Es importante aumentar la ingesta de agua cuando te encuentres mal, sobre todo si tienes síntomas como fiebre o diarrea", dice Goldin.