El alcalde del municipio, Fernando Queiroga, hizo un llamamiento a todos los vecinos para que "hagan un ejercicio de moderación y de consumo racional del agua, sin exageraciones ni despilfarros, para evitar que los depósitos de agua para el abastecimiento público sigan bajando de forma dramática".
Aunque la situación está, por ahora, "controlada", el alcalde se mostró preocupado y dijo a la agencia de noticias Lusa que recientemente, debido a la reducción de agua en algunos manantiales fue necesario llenar los depósitos de abastecimiento de tres pequeños pueblos, utilizando el camión cisterna de Protección Civil Municipal.
Siguen siendo, explicó, "situaciones esporádicas", pero "signos preocupantes" de la sequía que afecta a todo el país.
"No todos los años tenemos este problema, y cuando aparece es normalmente en septiembre. Ya está ocurriendo en febrero, una situación impensable que nunca ha ocurrido en nuestro municipio", subrayó, recordando que es un territorio "con mucha agua y muchos manantiales".
Fernando Queiroga describió la "reducción de los caudales de los ríos" en pleno invierno y las situaciones de falta de pastos para el ganado, en una época en la que "los pantanos deberían estar floreciendo" y en la que los productores ya están utilizando los forrajes (heno y paja) almacenados.
"Lo que no es normal porque en esta época el ganado debería estar pastando libremente", dijo.
El presidente de la Cooperativa Agrícola de Boticas (CAPOLIB), Albano Álvares, subrayó que, debido a la prolongada sequía y a las heladas, "no hay, pura y simplemente, pastos".
"Se está alimentando a los animales con heno, patatas y cereales porque, de momento, no hay pastos. En este momento deberíamos tener los ríos, los arroyos y las líneas de agua desbordadas y todo está seco. Hay manantiales sin agua y no recuerdo una sequía tan prolongada en esta época del año", ha declarado a Lusa.
Preocupado por la situación, Albano Álvares dijo que espera que las medidas de apoyo que se puedan aplicar se extiendan a esta parte del país.
Así, ante el "largo periodo de ausencia de lluvias y la consiguiente reducción de los caudales de las distintas fuentes de agua que abastecen a la comarca", el ayuntamiento recomienda a la población "prudencia" y pide un "consumo racional del agua".
Si la situación se prolonga y los caudales no se restablecen con las próximas lluvias, el alcalde admite incluso que el municipio aplicará algunas medidas restrictivas.
"Los servicios técnicos del municipio harán todo lo posible para responder a una posible situación de escasez, a la que creo que no nos enfrentaremos, pero no podemos excluir algunas medidas restrictivas al consumo de agua si esta situación de sequía se agrava y la lluvia, o la falta de ella, no permite la necesaria reposición de caudales", dijo.
Fernando Queiroga dijo también que el ayuntamiento y Protección Civil harán un seguimiento constante de la situación.
Según las previsiones del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera, hay "un 80 por ciento de probabilidades" de que 2022 sea un año seco, y las previsiones existentes indican que "no habrá precipitaciones significativas el próximo mes".
Ante este escenario, el Gobierno ha decidido interdictar (a excepción de la producción para el mantenimiento de los sistemas) la producción de hidroelectricidad en las presas de Alto Lindoso, Touvedo, Cabril y Castelo de Bode y Alto Rabagão, esta última que abastece de agua a localidades de Montalegre, Boticas y Chaves.