"Estamos interesados en abrir un centro de formación en Iberia. Sería muy bueno para nosotros tener un centro de formación [en la Península Ibérica], pero estamos hablando de Oporto, no de Lisboa", reveló Michael O'Leary en un encuentro con periodistas en las instalaciones de Ryanair en Dublín.
Admitió que Oporto estaba sobre la mesa, ya que la aerolínea tiene una importante operación en el aeropuerto Francisco Sá Carneiro. Sin embargo, aún no se ha decidido la ubicación, pero la decisión debería anunciarse este año.
Preguntado sobre si la apertura de un centro de formación en Portugal sería una forma de presionar a TAP y al Gobierno para que liberen franjas horarias en los aeropuertos, Michael O'Leary rechazó la idea.
"No supondría ninguna diferencia para el Gobierno portugués ni para TAP. El Gobierno portugués se está dando cuenta de que en un futuro próximo se verá obligado a vender TAP, tal vez a Iberia", dijo el jefe de la aerolínea irlandesa, que ha criticado repetidamente las ayudas estatales concedidas a la aerolínea portuguesa.
En cuanto a las 18 "franjas horarias" a las que TAP ha tenido que renunciar en el aeropuerto de Lisboa -obligación impuesta por la Comisión Europea, en el marco del plan de reestructuración en curso- y que han pasado a easyJet, competidora de bajo coste de Ryanair, O'Leary dijo que "a Tap no le importa competir con easyJet porque ambas cobran tarifas altas".
"No vamos a crecer en Lisboa en los próximos dos noes porque no hay 'slots'", añadió.
Michael O'Leary también criticó el argumento de que el aeropuerto de Lisboa está operando al máximo de su capacidad, con unos 20 millones de pasajeros gestionados al año, y lo calificó de "broma".
Sin embargo, "si ese es el caso", dijo, "abran [el aeropuerto de] Montijo". "Con Montijo abierto, Lisboa crecería hasta los 30 millones de pasajeros en cinco años", argumentó.
Para el año en curso, las previsiones de Ryanair apuntan a 165 millones de pasajeros transportados, lo que supone un aumento del 15% respecto al periodo anterior a la pandemia.
Michael O'Leary se refirió a una "recuperación muy fuerte este verano", justificándola con la decisión de no despedir a los trabajadores durante la pandemia, habiendo negociado en cambio con los sindicatos recortes salariales hasta 2024, lo que, explicó, dejó a la compañía irlandesa preparada para el repunte, a diferencia de otras aerolíneas que realizaron despidos.
Preguntado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, el directivo dijo que cree que Ryanair absorberá pasajeros de otras aerolíneas por sus precios más bajos. "Hasta que el coste de la vida y los precios de la energía se estabilicen, creo que la gente estará nerviosa, pero creo que habrá un trasvase de pasajeros de otras aerolíneas a Ryanair", dijo, subrayando que "los pasajeros siempre tendrán dinero para viajar" en su compañía.