Gracias a una mente hiperactiva y a una relación poco saludable con el café, no me resulta fácil conciliar el sueño.
Soy una insomne empedernida que se pasa las noches de la semana dando vueltas en la cama hasta altas horas de la madrugada, y al día siguiente se siente completamente agotada. Es un círculo viscoso que me ha hecho recurrir a todo, desde sprays para almohadas y diarios, hasta suplementos y meditaciones, en busca de alivio.
Según las estadísticas, no estoy sola. Aviva afirma que hasta 16 millones de adultos del Reino Unido sufren noches de insomnio, y casi la mitad de nosotros admite que no duerme la cantidad adecuada de forma regular.
No es de extrañar que las tendencias del sueño hayan aumentado su popularidad en los últimos años, ya que cada vez más personas como yo buscan soluciones. El mes pasado vi que las mantas con peso aparecían en mis redes sociales como un remedio para las noches inquietas, pero ¿son fáciles de usar y, lo que es más importante, funcionan realmente?
Probé a acostarme con una durante toda una semana. Esto es lo que ocurrió...
¿Cómo funciona?
Las mantas pesadas se explican por sí solas: son mantas de tejido pesado que están equipadas con pesos de plástico para añadir presión al cuerpo mientras se duerme. Los artículos de cama de moda, que suelen pesar 15 libras o más, se diferencian de los edredones rellenos de plumón, porque distribuyen la presión de forma homogénea sobre el usuario.
La idea es que la manta dé la sensación de estar abrazado o de estarlo durante la noche. Los defensores de esta tendencia afirman que el producto funciona de forma similar a una técnica llamada "terapia de presión de tacto profundo", que se cree que ayuda a aumentar la liberación de serotonina y melatonina en el cerebro durante los momentos de estrés o ansiedad.
Las mantas con peso se diseñaron originalmente para ser utilizadas por terapeutas ocupacionales, para ayudar a calmar y reconfortar a los niños con autismo, pero desde que los estudios descubrieron que también pueden aumentar el tiempo medio de sueño de las personas que sufren insomnio, se han convertido en un elemento imprescindible para quienes tienen una deuda permanente con el sueño.
De hecho, incluso tienen su propia base de fans, con Kourtney Kardashian y Gwyneth Paltrow hablando de sus beneficios a sus seguidores.
¿Cómo se siente?
La ropa de cama especial está diseñada para pesar aproximadamente el 10% de tu peso corporal, así que opté por una manta doble de 7 kg. Después de subirla por las escaleras hasta mi piso (es realmente así de pesada), me alegré de sacar de la caja una sencilla manta gris que podría pasar por una manta normal para el ojo inexperto.
La manta tiene un suave tacto de terciopelo y viene con una funda reversible que se puede meter fácilmente en la lavadora con la ropa de cama habitual. Siguiendo las instrucciones, extendí la manta sobre mi edredón habitual y, esa noche, me metí bajo las sábanas y me puse cómoda.
Antes de probarla, me preocupaba que la manta fuera sofocante, pero en realidad es muy fácil quitarla si empiezas a tener calor, y no me hace sentir claustrofóbica.
Para mi propia sorpresa, me gusta la sensación de estar envuelta. Normalmente, me siento frustrada por la falta de sueño y empiezo a girar de un lado a otro -o a sentarme para ver la hora-, pero el peso de la manta me obliga conscientemente a quedarme quieta y a trabajar para ralentizar mis pensamientos.
Al principio cuesta un poco acostumbrarse, pero el peso adicional parece tener un efecto relajante en mi sistema nervioso, y la sensación es muy reconfortante, casi como estar abrazado por todo el cuerpo. Además, me parece que añade un elemento sensorial adicional a la meditación nocturna para conciliar el sueño.
El veredicto
Durante la semana que he dormido con la manta ponderada, he comprobado que, milagrosamente, soy capaz de dormirme más rápido y no me despierto por la noche, algo que a veces me cuesta. A lo largo de la semana, me siento más descansada en el trabajo y con menos necesidad de recurrir a la cafeína.
¿Hay algún inconveniente? Si tienes niños o mascotas, las mantas vienen con una advertencia, y hay que tener mucha precaución porque pueden ser un riesgo de asfixia.
También son muy pesadas de transportar, lo que significa que puedes olvidarte de meterlas en tu equipaje en tus próximas vacaciones. Si a usted le cuesta dormir en las habitaciones de hotel, depender de una manta con peso para dormir podría dificultar aún más el sueño en nuevos entornos.