La identificación de estas personas como víctimas del delito de trata de seres humanos se llevó a cabo tras una inspección realizada por el SEF durante la semana en la zona más occidental del distrito de Faro con el objetivo de "confirmar la dirección de algunos ciudadanos extranjeros" en una residencia, indicó el SEF en un comunicado.
"Se constató que los seis ciudadanos fueron atraídos al país de origen con la promesa de trabajo en Portugal en la agricultura, con derecho a alojamiento y posterior legalización, pagando cada inmigrante 13.000 euros por el proceso".
El Servicio de Extranjería y Fronteras subrayó que la información recabada permitió concluir que "estos ciudadanos tuvieron que recurrir al crédito y a la ayuda de familiares para reunir el dinero necesario" para pagar a los elementos de la red ilegal que se encargaba del viaje a Portugal.
Cuando los inspectores del SEF iniciaron la inspección para confirmar el domicilio, "comprobaron que en la misma vivienda se alojaban 24 ciudadanos extranjeros, de origen indostaní" y fueron alertados "de la situación de vulnerabilidad de un grupo de cinco ciudadanos que compartían habitación en la misma", señaló el servicio de seguridad.
La misma fuente añadió que los inspectores comprobaron que "cinco ciudadanos se encontraban en Portugal desde hacía cuatro meses, con visados de trabajo", y confirmaron "los indicios" de que estos hombres eran "víctimas de la trata de seres humanos".
Los cinco inmigrantes fueron "enviados a Faro, donde técnicos de la Asociación para la Planificación Familiar (APF), pertenecientes a un Equipo Multidisciplinar Especializado, los entrevistaron y los señalaron como víctimas", siéndoles "garantizada ayuda y protección".