Tras el primer día después del restablecimiento del control de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas, debido a la proximidad de la Jornada Mundial de la Juventud, las autoridades nacionales anunciaron esta mañana que las primeras acciones se saldaron con 17 denegaciones de entrada de ciudadanos en territorio portugués, entre más de casi 77.000 personas inspeccionadas.
En un comunicado conjunto, la Guardia Nacional Republicana (GNR), la Policía de Seguridad Pública (PSP) y el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) explicaron que, a través de los aeropuertos del país, fueron inspeccionados 74.341 viajeros (5.234 procedentes de países Schengen), que llegaron a Portugal en 463 vuelos controlados (de los cuales 33 partieron del espacio Schengen).
En las fronteras terrestres se controló a casi 3.000 personas (2.982), incluidos 1.080 vehículos y un tren.
Las denegaciones de entrada se produjeron principalmente en los controles terrestres, con 15 personas a las que las autoridades denegaron la entrada en el país. En las fronteras aéreas se denegó la entrada a dos ciudadanos.
En cuanto a las entradas por mar, las autoridades no facilitaron datos.
El SEF también menciona que dos personas fueron detenidas: una por "falsificación de documentos y estancia ilegal en el aeropuerto de Faro"; y otra por sospecha de tráfico de seres humanos, tras ser detenida en Lisboa. La GNR añade también que, en las fronteras, movilizó a 159 soldados en 13 operaciones de inspección.