"Las incautaciones de esta sustancia se limitan a zonas geográficas muy restringidas y aún no pueden considerarse un fenómeno nacional. Sin embargo, ha habido un registro más significativo en los distritos de Oporto, Faro, Setúbal y Lisboa", dijo la GNR en respuesta a preguntas de Lusa.

Los datos provisionales de la GNR indican que, este año, hasta el 4 de marzo, se incautaron 1.546 bombonas de gas, 1.339 más que en todo 2024, cuando sumaron 207, lo que representa un aumento del 646%, es decir, 7,47 veces más.

Según las cifras facilitadas a Lusa, las incautaciones de bombonas de óxido nitroso -una sustancia psicoactiva que provoca efectos rápidos pero efímeros de euforia, relajación, calma y disociación de la realidad- han ido en aumento desde 2022, año en el que se incautaron 162, así como 42 cápsulas, que contienen "gas de la risa", que se inhala a través de un globo.

En 2023, el número de incautaciones de cilindros de gas ascendió a 175 y el año pasado, aumentó a 207, señala la autoridad, que ha estado monitoreando la aparición de óxido nitroso fuera del contexto permitido.

El consumo de esta sustancia también ha sido una preocupación para la PSP, que en 2021 emitió una alerta para reforzar las medidas de inspección de la venta y consumo de este gas, incluido en la lista de nuevas sustancias psicoactivas prohibidas en 2022.

En 2022, la PSP realizó 173 incautaciones de óxido nitroso (bombonas o globos), 69 en 2023 y 152 el año pasado, según datos remitidos recientemente a Lusa.

La PSP advierte de que el uso continuado de óxido nitroso, cuyo consumo se ha identificado en los últimos tiempos en un contexto recreativo, puede provocar, a largo plazo, graves daños en el sistema inmunológico y alteraciones en la memoria, entre otros daños neurológicos.

"Este gas inodoro e incoloro se ha convertido en una droga popular en fiestas y ambientes nocturnos. Se puede inhalar a través de globos o cartuchos que se venden para cocinar, como los que se encuentran en los envases de nata montada", explica la PSP a Lusa.

La GNR señala, a su vez, que el óxido nitroso es un producto utilizado en la industria manufacturera, en los sectores automovilístico y alimentario, y en las industrias hospitalaria y farmacéutica, y no se ha identificado ninguna situación que, desde el punto de vista legal, prevea el consumo humano directo, con la excepción del uso médico-hospitalario y bajo supervisión profesional.

"De hecho, siendo una sustancia legal y, a pesar de existir control en su circuito cuando se utiliza en mayores cantidades, el óxido nitroso, debido a su plasticidad de aplicación en los diversos sectores de la actividad económica, es posible comercializarlo en menores cantidades, a través de diversas plataformas online", destaca.

Según la autoridad, el óxido nitroso se adquiere principalmente en línea, "pero el tamaño y escala de su mercado aún está en estudio".

El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías ha alertado sobre el creciente uso recreativo del "gas de la risa" por parte de los jóvenes, que se ha relacionado con una serie de problemas de salud, como intoxicaciones, quemaduras y lesiones pulmonares y, en algunos casos de exposición prolongada, daños neurológicos.

Los hospitales han notificado estos casos al Centro de Información Toxicológica (CIAV) del INEM, que ha registrado 21 casos desde 2020, la mayoría de ellos de chicos de entre 20 y 29 años, según ha explicado a Lusa la coordinadora del CIAV, Fátima Rato.

En 2020, se registraron tres casos, cuatro en 2021 y uno en 2022. En 2023 no se registró ninguno y en 2024, ocho. En los dos primeros meses de este año ya se han registrado cinco casos de intoxicación por este gas, según Fátima Rato.