Dirigido por el científico Manuel Lopes Lima, del Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Genéticos(BIOPOLIS-CIBIO), de la Universidad de Oporto y de la Estación Biológica de Mértola, el estudio se realizó en colaboración con miembros de otros cinco centros de investigación (CBMA, CIMO, CIIMAR, CITAB y MARE), en representación de seis instituciones académicas portuguesas - la Politécnica de Bragança y las universidades de Oporto, Minho, Trás-os-Montes y Alto Douro, de Lisboa, y de Évora.
Los mejillones de agua dulce, un grupo de bivalvos con más de 900 especies, se encuentran en ríos y lagos de todos los continentes, donde eran abundantes y desempeñaban un papel importante en el ecosistema, mejorando la calidad del agua y del sustrato, proporcionando un hábitat fundamental para otras especies.
Hasta ahora, no había datos sobre las tendencias poblacionales de estos animales en Portugal, pero a través de un estudio exhaustivo de las poblaciones de mejillones de agua dulce en 132 localidades repartidas en 15 cuencas de drenaje distintas, se descubrió que los datos son "dramáticos y extremadamente preocupantes".
El estudio muestra "un descenso general del 60% en varias localidades y una impresionante disminución del 67% en la abundancia total de mejillones de agua dulce en Portugal durante las dos últimas décadas".
Estos resultados coinciden con las observaciones realizadas durante el proyecto EdgeOmics, financiado por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología, cuyo objetivo es evaluar y prever el impacto del cambio climático en estos mejillones.
Manuel Lopes Lima compartió con Lusa que "todas las especies de mejillones de agua dulce están en rápido declive y en riesgo de extinción en Portugal, la información ya está incluida en la confección del más reciente Libro Rojo de los Invertebrados Portugueses, donde están catalogadas todas las especies clasificadas como amenazadas o protegidas".
Los mejillones de agua dulce suelen tener una vida larga y son "muy sensibles" a la alteración del hábitat, por lo que son buenos indicadores de la integridad ecológica de los ecosistemas de agua dulce.
La investigación apunta al aumento de las sequías prolongadas, la modificación del hábitat fluvial por las presas y la introducción de especies exóticas, como la almeja asiática, como principales causas del declive de los mejillones.
Según los investigadores, las especies de mejillones de agua dulce protegidas en la UE están "insuficientemente vigiladas".
"Incluso las especies clasificadas como comunes deberían recibir más atención, ya que podrían ser evaluadas incorrectamente, como se ha demostrado en este estudio. Este tema es especialmente alarmante en la región mediterránea, donde el endemismo de las especies es elevado y los hábitats de agua dulce se ven gravemente afectados por la escasez de agua", subrayan.
Para revertir la "alarmante tendencia poblacional de declive", el estudio hace hincapié en "la urgente necesidad de un uso eficiente del agua, de la aplicación de restricciones al riego en áreas vitales para la biodiversidad, de la mitigación de los cambios hidrológicos y de la restauración de la conectividad perdida de los hábitats acuáticos debido a alteraciones físicas del pasado, como las presas".
Por otro lado, los autores del estudio subrayan que "para evitar la extinción de las especies más críticamente amenazadas, entre ellas Margaritifera margaritifera (mejillón perla de agua dulce), Potomida littoralis (Náiade-negra) y Unio tumidiformis (Náiade-do-Guadiana), cuyas poblaciones cayeron a niveles casi residuales, es imperativo actuar con acciones urgentes de conservación, como el establecimiento de programas de reproducción en cautividad, la protección estricta de las poblaciones restantes y la restauración a gran escala de los hábitats."
Este estudio se ha publicado recientemente en la revista Biological Conservation.