Los investigadores combinaron una vacuna que utiliza la misma tecnología de ARNm que muchas inyecciones de COVID-19 con una inmunoterapia establecida denominada pembrolizumab. Se administró a los pacientes tras someterse a una intervención quirúrgica para extirpar un melanoma en estadio 3 o 4.
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Después de tres años, el 75% de los que recibieron la vacuna seguían sin tener cáncer, frente al 56% de las personas que sólo recibieron pembrolizumab.