Según un estudio delIEFP/Iscte, los inmigrantes en paro son sobre todo jóvenes procedentes de países de habla portuguesa (64,9%), en su mayoría brasileños, y se concentran en la región de Lisboa. La mayoría de estos inmigrantes ha terminado la enseñanza secundaria (63,5%) y sólo una quinta parte (21,7%) recibe prestaciones de desempleo.
"El peso de los inmigrantes en el mercado laboral portugués es cada vez mayor y, como la población inmigrante es predominantemente joven, aumenta el número de jóvenes inmigrantes que buscan trabajo", afirma Paulo Marques, investigador y profesor de Iscte y coordinador del Observatorio de Empleo Juvenil. "Estos jóvenes inmigrantes tienen, por término medio, una buena formación académica, tienen poco acceso a las prestaciones por desempleo, son absorbidos más rápidamente por el mercado y aceptan empleos menos deseables".
Paulo Marques afirma que "los inmigrantes están dispuestos a aceptar trabajos peores que sus expectativas iniciales, lo que ayuda a explicar por qué entran en el mercado laboral más rápidamente que la mayoría de los jóvenes portugueses". La duración media de la inscripción de los jóvenes inmigrantes en el IEFP es de cinco meses, frente a los 11 meses de los jóvenes en general.
Según el estudio, "es evidente que los inmigrantes ocupan puestos en los sectores de actividad menos atractivos". El sector de las actividades administrativas y los servicios de apoyo -que incluye, por ejemplo, actividades como la limpieza y los servicios de seguridad- absorbe el 35,9% de los inmigrantes colocados: como se basa en gran medida en contratos no permanentes, es poco deseado por los jóvenes; sin embargo, como los inmigrantes tienen cada vez más presión para encontrar trabajo debido a los requisitos de los visados de residencia y a las dificultades económicas, suelen aceptar estos empleos.
"De ello se derivan dos consecuencias: los inmigrantes cubren mayoritariamente las necesidades de mano de obra en sectores no cualificados, y estos sectores pueden mantenerse porque recurren a los inmigrantes", afirma Paulo Marques. "Son necesarias políticas públicas que favorezcan mejores condiciones de trabajo, al mismo tiempo que el IEFP debe preparar sus servicios para mejorar las ofertas de empleo para los jóvenes inmigrantes, adaptándolas más a sus cualificaciones y permitiendo que un mayor número pueda entrar en sectores con mayor intensidad de conocimiento, haciendo la economía portuguesa más competitiva".
En las recomendaciones formuladas al final del estudio, se sugiere un mayor seguimiento de los inmigrantes inscritos en el IEFP, preparando sus servicios para atender mejor a un gran número de jóvenes que no hablan portugués. También se recomienda que se agilice el reconocimiento de las cualificaciones, buscando aumentar la inserción de los inmigrantes en sectores económicos que contribuyan a la modernización del tejido económico nacional.