En su afán por redefinir su estrategia de marketing, el Grupo Gibson tropezó con una idea brillante, que acercaría a la empresa a sus clientes más que nunca.

El concepto era sencillo pero poderoso: invitar a personas, en este caso lectores de The Portugal News de cualquiera de los sectores en los que opera el Grupo Gibson, a entablar un diálogo abierto, mientras cenaban.

Esto ofrecería al equipo una oportunidad única para comprender mejor las necesidades, los deseos y los retos a los que se enfrentan quienes desean embarcarse en proyectos que cambian la vida.

Tanto si se trata de un comprador potencial que busca la casa o el terreno perfectos, como de alguien que se encuentra en las primeras fases de planificación de un proyecto arquitectónico lleno de licencias y obstáculos burocráticos, o de quienes necesitan coordinar la miríada de equipos que intervienen en una remodelación o en una construcción desde cero, la experiencia del Grupo Gibson abarca todos estos ámbitos. https://pt.quintahills.com/ https://www.algarve-property-agency.com/en

Esta iniciativa también abrió las puertas a debates sobre consultoría de diseño, proyectos completos de diseño de interiores y exteriores, y soluciones llave en mano que abarcan todos los detalles de la visión del cliente. https://gibson-portugal.com/

Al invitar a los clientes a participar en estas conversaciones, el Grupo Gibson ha podido adaptar sus servicios para satisfacer las demandas del mundo real, desde la búsqueda inicial de propiedades y la planificación del proyecto hasta los toques finales de un proyecto de diseño de interiores. ¿El resultado? Una experiencia más personalizada y fluida, y una conexión más profunda entre la empresa y sus clientes.

"¡Vaya!", pensamos, "qué idea tan perfecta para un intercambio entre el cliente y nosotros, los ejecutores".

Fue nuestra reacción inicial, un momento en el que nos dimos cuenta de que esto podía ser algo más que una estrategia de marketing: era una oportunidad para entablar un diálogo real y valioso. A través de estas conversaciones, podíamos escuchar de verdad los retos y frustraciones a los que se enfrentan los clientes, lo que nos ofrecía la oportunidad de evolucionar y adaptarnos. Comprender sus dificultades desde el otro lado de la mesa nos permite perfeccionar nuestros servicios, asegurándonos de que reciben una experiencia "todo en uno" que cumple, o incluso supera, sus expectativas.

El concepto de "todo de una mano" se convirtió en nuestro mantra: ofrecer todo, desde el concepto inicial hasta la ejecución final, bajo un mismo techo, adaptado con precisión a las necesidades del cliente. No se trataba sólo de ofrecer un servicio; se trataba de convertirnos en un socio en su viaje, asegurándonos de que el proceso fuera tan fluido y gratificante como el resultado. Escuchando, podíamos perfeccionar cada aspecto de nuestra oferta global, simplificando la experiencia de nuestros clientes y manteniéndonos fieles a sus deseos y visiones.

Nuestro segundo pensamiento fue: ¿Alguien se tomará en serio nuestra invitación a cenar, sobre todo si se anuncia en un periódico?

No pudimos evitar preguntarnos. ¿Respondería realmente la gente? Al fin y al cabo, era una idea poco convencional, que podía hacer dudar a los clientes potenciales o incluso cuestionar la autenticidad de la invitación. Un planteamiento tan poco convencional como éste podría ser fácilmente recibido con escepticismo, y sabíamos que nos estábamos arriesgando.

Pero, a veces, son estos movimientos audaces los que marcan la diferencia.

A pesar de las dudas, nos mantuvimos optimistas, con curiosidad por ver si este gesto único podría despertar un interés genuino y comenzar un nuevo tipo de relación con nuestros clientes potenciales.

A pesar de nuestras dudas, decidimos ir a por todas.

Nos arremangamos y nos pusimos manos a la obra. De hecho, nuestros diseñadores de interiores, Filipa Fernandes y Lavi Palma, tomaron la iniciativa con entusiasmo. Se ofrecieron no sólo a diseñar todo el concepto de la invitación, sino también a preparar personalmente la comida en sus propias casas. Lo prepararon todo meticulosamente para la sesión de fotos, captando la esencia de lo que esperábamos que fuera una experiencia cálida y acogedora. Y después de todo el trabajo duro, literalmente se deleitaron con los deliciosos platos que habían preparado, saboreando cada momento del proceso. E hicieron que incluso este anuncio coincidiera literalmente con nuestro concepto: Todo de Una Mano - Nuestra Mano.