El presidente de la Asociación de Beneficiarios del Plan de Regadío del Sotavento del Algarve(ABPRSA), Macário Correia, explicó a Lusa que la estructura, en el río Alportel, que nace en Barranco do Velho (Loulé) y desemboca en Tavira, en el distrito de Faro, tendrá múltiples finalidades: "agricultura, consumo urbano y lucha contra las inundaciones".

En un comunicado, la asociación informó de que había firmado "hace unas semanas" con la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente un protocolo, con el apoyo del Fondo de Medio Ambiente, para "retomar la solución de control de inundaciones", pero también integrar, "en el actual contexto de escasez de agua, el uso del agua para reforzar el sistema Odeleite-Beliche, para riego y abastecimiento público".

"La obra no sólo protege la ciudad de Tavira de las inundaciones, garantizando el caudal ecológico de Soalheira do Pereiro a S. Domingos (aguas de marea), sino que también permite el uso del agua para consumo humano y "un cierto refuerzo del sistema de riego, sin aumento de áreas, pero para estabilizar las reservas en tiempos de sequía", afirma la estructura asociativa.

Macário Correia explicó que "la presa está cerca del embalse de Santo Estêvão [una parroquia del municipio de Tavira], que es el embalse central que sirve para Águas do Algarve" y se utiliza "para consumo humano", pero "también sirve para la asociación de regantes".

"El agua que se utilice de este río evitará que llegue a Tavira y cause estragos en la ciudad. Y al colocarla allí, servirá, dependiendo de la necesidad, para el consumo urbano o para la agricultura", añadió el presidente de ABPRSA, que prevé "un almacenamiento de unos 10 hectómetros cúbicos en un año medio en un escenario de reducción de las precipitaciones".

La asociación destacó que "con el concurso ahora convocado", se estima que "el proyecto y el estudio de impacto ambiental se actualizarán durante el segundo semestre de 2025", y después, "en función de las condiciones estudiadas", se realizará el proyecto de ejecución.

En la nota, ABPRSA recuerda que "en la década de 1930, se iniciaron las obras de la que sería la primera presa del Algarve después de la época romana", junto al "cauce del río Alportel, a siete kilómetros de Tavira", pero las "dificultades de una ataguía y la crisis económica generada por la Guerra Civil española interrumpieron los trabajos".

"A principios de este siglo, debido a las inundaciones de 1989 y 2000, la Cámara de Tavira y el INAG (Instituto del Agua) promovieron un estudio preliminar de la presa y el impacto ambiental publicado en 2009", destacó la asociación.

La asociación recordó que la "devastación" causada por las inundaciones, en 1969 y 1989, en el centro de Tavira, causó daños en el puente romano y consideró como previsible que el "aumento del nivel del mar en el contexto del cambio climático en curso " podría facilitar las "condiciones que empeoran el riesgo" de inundaciones.

Por ello, el pasado mes de junio, la Resolución del Consejo de Ministros para los efectos de la sequía "abordó esta obra" con los "múltiples" objetivos de "almacenar agua, crear un caudal ecológico y defender la ciudad", objetivo que, junto con el desarrollo hidroagrícola, llevó a la asociación a aprobar la licitación.