"Lo que causa confusión en los sistemas de transporte es que la política es bajar los precios, no garantizar la movilidad. Con esta reducción de precios no estamos garantizando nada, estamos quitando el acceso a las personas, estamos congestionando los sistemas", afirmó en Oporto el profesor universitario Álvaro Costa.

El presidente de la consultora Trenmo también habló durante la conferencia "Movilidad: retos y soluciones para las grandes ciudades", que tuvo lugar hoy en la Biblioteca Municipal Almeida Garrett, organizada por Rádio Renascença y la Câmara do Porto.

El académico se refería a medidas como el Abono Verde Ferroviario, recientemente aprobado por el Gobierno, o incluso el Programa de Apoyo a la Reducción de Tarifas (PART), implantado en 2019.

Hablando concretamente de un caso conocido del actual ministro de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, que fue vicepresidente de la Cámara de Cascais, en ese municipio del distrito de Lisboa, el transporte público es gratuito.

"Pero pueden hacerlo, porque el ayuntamiento, antes de hacerlo, aumentó la producción entre un 20% y un 40%, dejó los autobuses con exceso de capacidad, luego bajó el precio y garantizó la movilidad para todos", pero "en el resto del país no es así".

Según Álvaro Costa, "los sistemas están congestionados, hay interrupciones, la gente no camina, y hay una política central para bajar los precios".

"Lo que vemos en los coches en la VCI [Vía de Cintura Interna] lo vemos en el transporte público del Área Metropolitana de Oporto y mucho incluso en los trenes de larga distancia: no es posible entrar en los sistemas", observó.

Para el experto, "bajar el precio" sólo "agravará el problema", hablando de una confusión entre el "derecho a la movilidad" y "que sea gratis", ya que el derecho debe estar en el acceso al sistema, que reducir el precio puede restringir.

Para Paula Teles, presidenta del Instituto de Ciudades y Pueblos con Movilidad (ICVM), puede haber "precios más bajos, que es importante para las familias" o "mayor oferta", pero "si el espacio público no permite que el sistema de transporte sea competitivo, no hay manera".

"Es importante pensar en el espacio, la accesibilidad y el diseño urbano", que puede potenciar o no el uso de medios alternativos, ya que esto puede aumentar la competitividad del sistema.

A menudo, "una cuestión para el cambio modal puede ser tener acera o no, tener marquesina o no, tener cola para subir al autobús o no", siendo la "clave en la intermodalidad".

"Lo que quiero decir es que no hay soluciones de transporte y movilidad sin rescatar espacio para el coche. Es decir, no tiene sentido crear corredores de BUS si al lado siguen los mismos carriles para el vehículo privado", afirmó.

Carlos Oliveira Cruz, profesor del Instituto Superior Técnico, señaló que "se está mejorando la accesibilidad económica sin una mejora significativa de la accesibilidad física", y ahora "ya no hay margen social y político para volver a subir el precio" del transporte.

"Estoy a favor de mejorar la accesibilidad económica (...), pero esto debería haber empezado primero por reforzar la accesibilidad física: tener más trenes circulando, más autobuses", y después bajar el precio para inducir la demanda, argumentó.

Carlos Oliveira Cruz observa que "bajar el precio es por decreto" y puede ocurrir "de un día para otro", mientras que el aumento de la oferta tarda años en aplicarse debido a las inversiones necesarias en material rodante.

En el caso de la red viaria, la creación de carriles BUS "aumentaría la velocidad de circulación de los autobuses y, por tanto, mejoraría la eficiencia".

"Esto implica hacer una elección, que es quitar espacio al coche. Y eso es una elección", subrayó.