El aumento del valor de la tasa se justifica por el gasto asociado al turismo y financiado por el ayuntamiento en 2023 en áreas como cultura, patrimonio, medio ambiente, energía, calidad de vida, urbanismo y movilidad.

En 2023, el gasto asociado al turismo rondaba los 15,5 millones de euros, lo que, dividido por los 5,5 millones de pernoctaciones en la ciudad, supone un coste de 2,81 euros por noche.

Por la CDU, Francisco Calheiros consideró que algunos criterios del reglamento de la Tasa Turística Municipal podrían ser mejorados, concretamente la exención para jóvenes de hasta 16 años o en el contexto de visitas escolares.

"El estudio apunta varios caminos y en una futura discusión podría ser tenido en cuenta", dijo el diputado, argumentando que no es la tasa la que "va a traer equilibrio a los problemas que el turismo causa en la ciudad", sino "políticas integradas".

Considerando que el cambio "no se limita a una decisión financiera", el socialdemócrata Nuno Borges argumentó que "promueve la justicia y la equidad, permite invertir en sostenibilidad urbana y reducir la presión turística".

La socialista Paula Roseira consideró que la tasa debe ser "una contribución a mejoras significativas" en la ciudad y defendió la necesidad de convertir sus ingresos en políticas de vivienda.

En respuesta a este llamamiento, compartido también por BE y CDU, el independiente Nuno Caiano afirmó que la recaudación "podría destinarse a otras partidas", pero que eso "es opción del Ejecutivo".