En el espacio de siete meses, Portugal ha abandonado el último puesto de esta clasificación, pero la tasa de desembolso se sitúa en el 3,2%, es decir, sigue siendo inferior a la media europea de finales de mayo, cuando ocupaba la última posición.

Según el mecanismo de seguimiento de los pagos de la UE país por país, actualizado por última vez el 23 de diciembre, Portugal recibió 516,67 millones de euros en forma de prefinanciación (2,3% de la dotación financiera total) y 198,17 millones en pagos intermedios (0,9%), es decir, pagos resultantes de la presentación de facturas por los beneficiarios. El total (714,85 millones de euros) corresponde al 3,2% de los 22.600 millones de euros que Portugal tiene que invertir hasta 2027, según un informe de ECO.

Una cifra muy inferior al 13,9% de Holanda, que ocupa el primer puesto del ranking, o al 13,2% de Luxemburgo, pero que tienen dotaciones financieras muy diferentes: 1.540 millones y 38,9 millones, respectivamente. El tercer puesto es para Finlandia, con 254 millones de euros pagados, correspondientes al 13,1% del total (1.940 millones).

Estas comparaciones, como muestran los números, están viciadas por el hecho de que las dotaciones financieras son muy diferentes - los casi 39 millones de Luxemburgo son muy distintos de los 21.050 millones de la República Checa, que ya ha recibido el 13% de esa cantidad, y aún más de los 75.400 millones de Polonia. Por eso, en general, la estrategia del Gobierno portugués es compararse con países que tienen dotaciones financieras superiores a los diez mil millones de euros.

"Lo que me quita el sueño es el retraso de los fondos europeos", dijo el viceministro de Cohesión Territorial, Manuel Castro Almeida, a finales de mayo, en el Parlamento, cuando reveló que, en términos de desembolsos de la Comisión Europea, en lo que respecta a Portugal 2030, el país ocupaba el último lugar. El funcionario subrayó que esta era la única forma de comparar el rendimiento de los distintos Estados miembros en lo que respecta al nuevo marco comunitario de apoyo. Internamente, el avance de los fondos se mide a través de la tasa de ejecución (los gastos pagados y validados con la Comisión Europea) y, según los datos más recientes (del 31 de octubre) de la Agencia de Desarrollo y Cohesión, la tasa es del 4%.

Los países con las dotaciones más importantes están más retrasados porque son los que también tienen los Planes de Recuperación y Resiliencia más generosos. España está peor que Portugal e Italia está un escalón por encima, en cuanto a pagos de fondos para el periodo de programación 2021-2027. Los dos mayores beneficiarios del bazooka disponen de 35.560 y 42.170 millones de euros para ejecutar, respectivamente, hasta 2029 (otros dos años, además del objetivo de 2027). Portugal es el sexto país con mayor dotación en este marco comunitario de apoyo.

El Gobierno ha adoptado varias medidas para intentar acelerar la ejecución de los fondos europeos, especialmente el PRR, que debe ejecutarse antes del 31 de agosto de 2026. La reprogramación de los recursos del bazooka, que debe entregarse a Bruselas a finales de este mes, será la más reciente y posterior al propio Portugal 2030. También está sobre la mesa la creación de una vía verde para trabajadores inmigrantes -con empleo y vivienda garantizados- para superar la escasez de mano de obra, sobre todo en el sector de la construcción. Ello podría poner en peligro la aplicación del PRR, como ya han reconocido el ministro Castro Almeida y el ministro de Infraestructuras, Miguel Pinto Luz.