José Cesário intervenía en la Comisión de Asuntos Exteriores y Comunidades Portuguesas de la Asamblea de la República, donde comparece a petición del PS para aportar aclaraciones sobre la situación de la comunidad portuguesa residente en Estados Unidos, ante las intenciones de Donald Trump.

El diputado socialista Paulo Pisco comenzó afirmando que su partido no está de acuerdo con la estrategia del Gobierno en la gestión de la situación, que consiste en "hacerse el muerto", dijo.

Afirmó que los portugueses en Estados Unidos se sienten abandonados y que los consulados deberían ofrecer asesoramiento jurídico.

Cesário admitió que no hay cifras exactas sobre los portugueses en riesgo de deportación de Estados Unidos, recordando que hay 360 que ya han superado los 90 días de estancia temporal concedidos en el marco de la "visa waiver" (programa que permite viajes de negocios o turismo sin necesidad de visado previo durante un periodo de 90 días) y unos 4 mil que el Senado identificó como overstaying.

Actualmente hay 24 portugueses detenidos en Estados Unidos, siendo Reino Unido, Suiza y Francia los países con más portugueses detenidos, según afirmó José Cesário, que añadió que Reino Unido y Francia son los países de los que más portugueses son deportados.

El gobernador también afirmó que ha mantenido un contacto permanente con los líderes comunitarios y que la estrategia es "ayudar, pero no con alarmismo". En este sentido, afirmó, la embajada y las oficinas consulares tienen instrucciones de ayudar a los portugueses que lo soliciten, lo que, según dijo, aún no ha ocurrido.

José Cesário reveló que se encuentra en fase avanzada la contratación de los servicios de un bufete de abogados para prestar asistencia jurídica a los portugueses que lo necesiten.

"Cómo hacer llegar el mensaje es mi primera preocupación", dijo el gobernador, que pidió proactividad a los servicios e incluso a los diputados, siempre que tengan conocimiento de situaciones que requieran apoyo.

Aun así, admitió que pueden surgir "problemas graves", pero que, por ahora, no se traducen en deportaciones, no habiéndose registrado ninguna desde el anuncio de Trump.

Actualmente, solo un ciudadano portugués que está retenido será deportado a Portugal, pero se trata de "una situación antigua", de un ciudadano que ya había sido deportado en el pasado y que insistió en entrar en el país, dijo.

José Cesário dijo no entender por qué los partidos de la oposición no habían expresado preocupaciones similares sobre las deportaciones cuando, en el pasado, las cifras habían sido mucho mayores.

Y recordó que en 2016, 51 portugueses fueron deportados de Estados Unidos a Portugal, 61 en 2017, 91 en 2018 y 81 en 2019. En 2023, 19 portugueses fueron deportados y el mismo número en 2024.

Marisa Matias (BE) afirmó que "la situación no es la misma", con lo que José Cesário se mostró de acuerdo.