El proceso es totalmente digital y se completa en unos 10 minutos, pero tiene un coste de 10 libras (12 euros), que se espera que aumente a 16 libras (19 euros) en las próximas semanas.
Esta semana, el Parlamento británico aprobó una ley para aumentar el valor de la autorización electrónica de viaje (ETA).
El sistema es idéntico al que ya aplican otros países como Estados Unidos (ESTA) y Australia (ETA australiana) y que la Unión Europea pretende implantar este año para turistas y visitantes de corta estancia (ETIAS).
El Gobierno británico considera que ETA hará que el sistema digital de inmigración sea más sencillo, rápido y seguro, permitiendo identificar a las personas antes de que entren en el país.
"La expansión de ETA por todo el mundo refuerza nuestro compromiso de mejorar la seguridad a través de la tecnología y la innovación", declaró la Secretaria de Estado de Migración y Ciudadanía, Seema Malhotra. Antes de entrar en el Reino Unido, los viajeros deben presentar una solicitud en línea o a través de una aplicación móvil, facilitando datos personales y biométricos y respondiendo a una serie de preguntas, entre ellas sobre cualquier antecedente penal. Las autoridades británicas garantizan una decisión en el plazo de tres días, aunque la mayoría son más rápidas y tardan apenas unos segundos o minutos. La ETA, que se adjunta al pasaporte, es válida durante dos años, pero debe renovarse si el pasaporte caduca entretanto. La autorización permite un número ilimitado de estancias de más de dos años en el Reino Unido, por un periodo máximo consecutivo de seis meses, y es diferente de un visado, necesario para estudiar, trabajar e incluso casarse en el país.
Sin embargo, tras las quejas de compañías aéreas y aeropuertos, se creó una exención temporal para los pasajeros que lo hagan sin salir del aeropuerto y, por tanto, no pasen por el control fronterizo, como en Heathrow o Manchester.
El ETA no se aplica a los titulares de permisos de residencia, como los inscritos en el Régimen de Asentamiento de la UE (EUSS) abierto tras el Brexit, a los trabajadores con visado o a los estudiantes, ni a los irlandeses, que comparten una zona común de viaje con el Reino Unido.
La ampliación del régimen, dirigido a países que no exigían visado para entrar en Reino Unido, se produce meses después de que entrara en vigor para ciudadanos de 48 países y territorios, entre ellos Brasil, Macao, Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia.
El Reino Unido empezó a expedir ETA en 2023 a ciudadanos de Qatar, Bahréin, Kuwait, Omán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
El régimen pasará por un periodo de adaptación en los próximos meses, y las autoridades podrán permitir la entrada en el país incluso sin autorización, pero quienes intenten burlar el sistema de inmigración podrán ser perseguidos penalmente.
Países de habla portuguesa como Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe o Timor Oriental no pueden acogerse a la ETA y sus ciudadanos tendrán que solicitar previamente un visado para entrar en el Reino Unido.
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