Los sordos de nacimiento (o los que se quedaron sordos antes de adquirir el habla) afirmarán categóricamente que son una minoría lingüística... que utilizan la Lengua de Signos Británica (LSB) (o la Lengua de Signos Portuguesa) como primera lengua. Dirán que los "oyentes" les discriminan por no aprender su lengua y que, por lo tanto, se ven obligados a utilizar la lengua de la mayoría, lo que les incapacita de diversas maneras. Querido lector, quizá lo entienda cuando se vea obligado a comunicarse en portugués cuando su lengua materna es el inglés.
Las personas sordas de nacimiento se caracterizan por la letra "D" mayúscula, que las diferencia de las personas con problemas de audición y de las que se han quedado sordas de un día para otro o durante un periodo de tiempo más largo... y que dependen de la lectura labial o del intento de oír la palabra hablada. Este último grupo no suele aprender BSL, ya que rara vez se relaciona con usuarios de esta lengua.
La Comunidad Sorda es un grupo diferenciado de personas sordas cuya cultura y método de comunicación son comunes. La mayoría de las personas sordas tienen parejas sordas y la facilidad de comunicación hace que la vida en casa sea mucho más relajada que en el trabajo, donde reina el inglés hablado y escrito. Los niños "oyentes" que viven con ellos desarrollan el BSL como primera lengua, pero luego aprenden la lengua del mundo mayoritario cuando empiezan la guardería. Algunos de los mejores intérpretes de Lengua de Signos proceden de este grupo, ya que desde muy pequeños han empezado a interpretar para sus padres.
Reconocimiento
La lengua de signos británica ha obtenido el reconocimiento legal como lengua propia, con su propia gramática y sintaxis, muy distinta del inglés hablado. Es una forma fascinante de comunicarse y, como persona "oyente", nunca podré alcanzar una comprensión y fluidez plenas a pesar de haber trabajado con la comunidad sorda durante casi 50 años, al principio como trabajadora social con personas sordas y más tarde como intérprete profesional.
Cuando te comunicas en BSL lo dices tal cual. Por ejemplo: "está lloviendo". Sabes exactamente lo fuerte que está lloviendo por los movimientos de los dedos y las manos... puede estar lloviendo a cántaros o simplemente lloviznando: no hay error a la hora de entender cómo está fuera. Y, por supuesto, los truenos y relámpagos pueden añadir dramatismo al efecto visual. Donde sí hay problemas es en la posición yuxtapuesta de la lengua inglesa. Una persona "oyente" puede decir: "it's raining cats and dogs" para enfatizar la imagen en el habla, pero las personas sordas se confunden con estos eufemismos. "Going bananas" es otro y cualquier intérprete decente evitará estas palabras que distraen y se conformará con firmar el significado de lo que se ha dicho.
La expresión facial, el lenguaje corporal y las pistas visuales contribuyen a comunicar el mensaje deseado con una fluidez sin fisuras que, para el ojo inexperto, puede parecer carente de sentido... del mismo modo que una persona sorda que observa una conversación puramente verbal. En los últimos años ha aumentado el interés de los "oyentes" por aprender BSL. Esto es digno de aplauso y se puede aprender lo básico -y más- en una gran variedad de lugares. El problema es que, como con cualquier otro idioma, si no lo usas lo pierdes. Algunas personas me han contado que, al conocer a una persona sorda, han intentado recordar signos que aprendieron hace años -sin haber conocido a ninguna persona sorda desde entonces- y que a la persona sorda se le han iluminado los ojos pensando que hablaba BSL con fluidez... pero sus esperanzas se han desvanecido cuando la conversación ha resultado ser algo básica y pesada.
Variaciones regionales
Lo que también confunde al alumno es que el BSL tiene variaciones regionales, del mismo modo que el inglés hablado tiene dialectos. Las personas sordas no se inmutan por ello y adaptan su comunicación en consecuencia cuando viajan por el país. Conozco seis signos diferentes para la palabra "hombre"... pero todos denotan barba masculina. Para "mujer", suele ser un dedo deslizándose por la mejilla, lo que denota que todas las mujeres tienen la piel suave. El lenguaje de signos alemán tiende a ser un poco más gráfico y su signo para "mujer" denota dos pechos ahuecados. En los años setenta, llevé a un grupo de niños sordos británicos de intercambio a un enorme internado para sordos cerca de Frankfurt. Naturalmente, los jóvenes aprendieron muchos de los signos alemanes más coloridos y fue un trabajo del demonio disuadirles de usarlos cuando volvimos al Reino Unido. Sus padres no estaban muy contentos.
Si tenemos en cuenta que uno de cada mil habitantes es sordo congénito, la probabilidad de conocer a una persona sorda de forma habitual es bastante remota, a no ser que se trate de un pariente cercano, un compañero de trabajo o un socio de un club de sordos.
Seguir su propio camino
Al igual que en el mundo "oyente", cada persona sorda es un individuo por derecho propio y cada uno recorre su propio camino a su manera. La mayoría crecen en una familia en la que sus padres y hermanos tienen una audición normal; sólo el 10% de los niños sordos nacen de padres sordos. Antes de los años setenta, los profesionales de la salud y los educadores disuadían activamente a los padres de niños sordos de utilizar el lenguaje de signos con la premisa de que, una vez en el gran mundo fuera de la educación, les sería de poca utilidad. Otros profesionales sostenían que los niños sordos podían recibir una educación de alto nivel a través de la lengua de signos y elegir después el método de comunicación que más les conviniera.
A nivel personal, mi hermana mayor fue educada en una escuela diurna para sordos dentro de un sistema puramente oral/aural, mientras que mi hermano menor asistió a un internado para sordos donde fue educado utilizando la lengua de signos. Como resultado, mi hermana habla como una persona "oyente" y lee los labios excepcionalmente bien. Tiene una pareja sorda, tres hijos "oyentes" y puede relacionarse fácilmente con personas sordas y "oyentes". Mi hermano es un miembro equilibrado y respetado de la comunidad sorda; también tiene una pareja sorda y dos hijos sordos.
Mis dos hermanos han trabajado durante toda su vida y ahora disfrutan de una merecida jubilación: ¡dos personas muy diferentes en una misma familia!
Y esa es la historia de las personas sordas en todo el mundo.
Espero que haya disfrutado leyendo mis tres artículos y que le hayan ayudado a comprender lo que significa la sordera para cada persona.
Recuerda... no se trata de si te quedas sordo. Es cuestión de cuándo.
Si está interesado en aprender los fundamentos del lenguaje de signos, puede ponerse en contacto con el autor en kgbutterfield@hotmail.com