"A la vista del régimen jurídico aplicable y de los contratos de concesión de servicio público aeroportuario suscritos con el Estado portugués, la privatización de ANA no salvaguardó el interés público, por incumplimiento de sus objetivos", reza el informe de fiscalización realizado por el Tribunal de Cuentas (TdC) a la privatización de ANA, al que ha tenido acceso Lusa.
La venta del 100% del capital de ANA Aeroportos à Vinci fue iniciada en 2012 y concluida en 2013 por el Gobierno del PSD/CDS-PP presidido por Pedro Passos Coelho, como parte de un paquete de privatizaciones que también incluía CTT, REN o TAP, en este último caso posteriormente revertido parcialmente por el siguiente Gobierno del PS (con apoyo parlamentario de PCP, BE y PEV), presidido por António Costa.
En aquel momento, Portugal era objeto de un programa de asistencia financiera negociado entre la "troika" y el Gobierno.
Según el informe de auditoría del TdC sobre la privatización de ANA, cuyo ponente fue el juez asesor José Manuel Quelhas y que fue aprobado el 21 de diciembre, "la materialización de los principales riesgos identificados" lleva a concluir que "la exposición del Estado portugués a los riesgos de ejecución relacionados con el proceso de venta, "no habiendo garantizado que el marco de este proceso protegiera plenamente los intereses nacionales".
El TdC también concluyó "que no se maximizaron los ingresos financieros resultantes de la venta de acciones representativas del capital social de ANA" y "no se reforzó la posición competitiva, el crecimiento y la eficiencia de ANA, en beneficio de la sociedad civil portuguesa del sector de la aviación, de la economía nacional y de los usuarios de las estructuras aeroportuarias gestionadas por ANA".
En enero del año pasado, el presidente del TdC, José Tavares, dijo, en una comparecencia parlamentaria, que la institución tenía previsto entregar dos informes sobre la auditoría a ANA solicitada por la Asamblea de la República, uno sobre la privatización de la empresa de gestión aeroportuaria en el primer semestre del año y otro sobre la gestión de la empresa hasta finales de 2023.
El objetivo de la auditoría era examinar, a la luz de la legislación aplicable y de los contratos de concesión firmados, si la privatización de ANA salvaguardaba el interés público, mediante el cumplimiento de sus objetivos, que eran la "maximización de los ingresos financieros", el "fortalecimiento de la competitividad, el crecimiento y la eficiencia de ANA, en beneficio del sector de la aviación civil portuguesa, de la economía nacional y de los usuarios de las estructuras aeroportuarias gestionadas por ANA", así como la "minimización de la exposición del Estado a los riesgos de ejecución".