Según un informe de NM, lo que se vio en el cielo fue un pequeño meteorito que viajaba a una velocidad de decenas de miles de kilómetros por hora, y el brillo se debió a la fuerte fricción de este cuerpo celeste con la atmósfera de nuestro planeta.


El meteorito acabó desintegrándose y destruyéndose durante su entrada en la Tierra, por lo que no supuso ningún peligro para la vida.