Anita, de 44 años, es profesora universitaria y vive en el Algarve, con la misión de "contagiar mi pasión por la lengua portuguesa al mayor número posible de personas en todo el mundo", declaró a The Portugal News.

La plataforma en línea ofrece una variedad de cursos autodidácticos que proporcionan lecciones completas diseñadas para todos los niveles, tanto si te acercas a la lengua portuguesa por primera vez como si quieres ir más allá de la gramática y hablar con fluidez.

Pasión por enseñar

"Desde los 10 años sé lo que quiero hacer el resto de mi vida", nos cuenta. "Le dije a mi madre que iba a enseñar portugués. Me dijo que lo hiciera, pero que tendría que estudiar mucho e ir a la universidad.

"Me parece increíble poder comunicarme con personas de todo el mundo en su lengua materna, es una forma preciosa de crear una conexión", afirmó Anita, citando su pasión por el estudio de idiomas como motivación para adquirir un máster en enseñanza de inglés y portugués.

"En cuanto acabé la uni, empecé a seguir mi carrera", recuerda. "Antes de acabar la universidad, envías currículos para ver si puedes conseguir un buen trabajo, pero no esperas conseguir uno bueno enseguida. Considero que fue el destino, recibí una llamada del Four Seasons Country Club, en Quinta do Lago".

"Necesitaban a alguien que diera clases de portugués a los niños y tenían grupos de expatriados que también estaban interesados en aprender el idioma", explica Anita. "Me contrataron y así empezó todo. No lo buscaba, pero no podría estar más contenta de haber recibido esa llamada".

Crear una plataforma

Anita siguió enseñando portugués en algunos puestos, como profesora en varias escuelas, Cluster Training Manager para Conrad Hotels y Double Tree by Hilton en Portugal, y como Directora Pedagógica en una microescuela internacional local en el Algarve, que disfrutó durante más de una década, pero siempre había querido crear una escuela propia. "Cuando decidí que quería dedicarme a la enseñanza de otra manera, me alegré de arriesgarme, pero no sabía por dónde empezar".

"Un día, hablando con mi mejor amiga, me sugirió que empezara con las redes sociales, que abriera una cuenta y viera cómo iba. Me creó una página en Instagram y, con mi fama de profesora, la gente empezó a ponerse en contacto conmigo para darme clases", cuenta Anita.

"Al principio, empecé a dar clases por Zoom. Hay que hacerlo cara a cara, aunque sea a través de un ordenador, así que tenía que hacer horarios", continuó. "Cuando me di cuenta de que tenía las manos un poco llenas con gente de todo el mundo que quería recibir clases, y las diferencias horarias eran bastante complicadas, me dije que tenía que hacer un esfuerzo extra e intentar encontrar la manera de ayudar a todo el mundo al mismo tiempo".

"Llevo 19 años enseñando, desde que tengo uso de razón, y había un gran vacío en cuanto a recursos interactivos que pudieran hacer que la gente se divirtiera mientras aprendía, lo cual es muy importante para mí", subraya Anita, "así que creé los míos propios, que no requieren los libros de texto que suelen ser necesarios para los métodos tradicionales".

"Desarrollé cursos a mi propio ritmo para ayudar a más gente y estudiantes, lo que solucionó el problema de las diferencias horarias y las prisas por ir a clase". La plataforma se compone de una variedad de lecciones en vídeo centradas en la pronunciación y el vocabulario que hacen uso de elementos visuales para mantener la atención de la audiencia, así como una combinación de cuestionarios, retos y actividades de escucha. "Aprovecho todos los recursos tecnológicos y didácticos, que juntos contribuyen al éxito en el aprendizaje del idioma de una forma divertida y atractiva", resume.

Anita ha enseñado portugués a personas de lugares tan lejanos como Tailandia y Malasia. "Siempre pregunto de dónde eres y por qué quieres aprender el idioma. Me gusta conocer la motivación y centrarme en las necesidades. Es gratificante oír hablar del éxito y los logros de mis alumnos, formar parte del proceso."

La profesora también mencionó los niveles de motivación que encuentra en sus alumnos, y cómo los gestiona. "Siempre se puede empezar muy motivado, pero hay altibajos, me parece crucial elevar a mis alumnos cuando no se sienten muy bien. Es un reto, somos humanos, no siempre podemos estar contentos. Pero estoy aquí para explicarles, ayudarles en los momentos menos motivados y en las lecciones más difíciles. No dejo que los alumnos se rindan".

"Todo el mundo puede aprender si está dispuesto. Tengo alumnos de hasta 85 años y les encantan mis programas. Si ellos pueden, cualquiera puede", añade.

"Simplemente siempre tuve el objetivo de enseñar y difundir mis conocimientos de la lengua y la cultura, que considero tan importante cuando aprendes un idioma como entender a la gente y el país", concluyó Anita con una reflexión sobre su trayectoria hasta el momento. "Dejé mi trabajo para lanzar esta plataforma, para trabajar como emprendedora y crear mi propia empresa. Pero escuché a mi corazón y ¡salió genial!".

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Kate Sreenarong