El Gobierno creará un grupo de trabajo que se encargará de implantar los nuevos sistemas inteligentes de seguridad de control de fronteras a nivel europeo. Según el despacho publicado en el Boletín Oficial del Estado, este equipo estará compuesto por siete miembros del Gobierno y de otras entidades y los trabajos serán coordinados por el secretario de Estado de Infraestructuras, Hugo Espírito Santo, según un informe de ECO.
Se trata de la puesta en marcha del nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES), que está previsto que entre en funcionamiento a partir del 6 de octubre en la mayoría de los 27 Estados miembros de la Unión Europea, y también del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS), que lo hará "unos seis meses después". Ambos sistemas pretenden reforzar la seguridad europea y controlar los movimientos de los ciudadanos extracomunitarios que entran y salen del espacio Schengen.
El SES es un nuevo sistema electrónico que sustituirá al sellado físico de los pasaportes al pasar por el control de pasaportes a la llegada. Todos los Estados miembros de la UE -a excepción de Bulgaria, Chipre, Irlanda y Rumanía, donde los pasaportes seguirán sellándose manualmente- y los cuatro países no pertenecientes al espacio Schengen de la UE (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) formarán parte de este nuevo sistema.
Cuando entre en funcionamiento, a partir del 6 de octubre, los viajeros que aterricen en otro país de la UE deberán hacerse una fotografía facial y escanear electrónicamente sus huellas dactilares. Los ciudadanos de la UE o de los países Schengen no se verán afectados y podrán seguir viajando libremente por el espacio.
"Importantes limitaciones"
Aunque se espera que el SES entre en vigor el 6 de octubre, es poco probable que se aplique a tiempo para hacer frente a las "limitaciones significativas" experimentadas este año en el "procesamiento de pasajeros procedentes de terceros países, en particular las llegadas al aeropuerto Humberto Delgado y al aeropuerto de Faro", señala la orden. Se espera que durante la temporada alta de verano (entre el 31 de marzo y el 26 de octubre) se produzca un "aumento de hasta el 10% de pasajeros" procedentes de terceros países (no Schengen) en los aeropuertos portugueses, en comparación con 2023.
Según la orden, el trabajo del grupo de trabajo será coordinado por el Secretario de Estado de Infraestructuras, Hugo Espírito Santo, que será responsable de informar sobre el progreso de la implantación de los sistemas a los Ministerios de Presidencia, Interior e Infraestructuras todos los meses hasta el 30 de abril de 2025. Después de esa fecha, el grupo de trabajo presentará un informe final al Gobierno.
El equipo estará formado por un representante del Gobierno responsable de Migración; un representante del Gobierno responsable de Administración Interior y un representante de la Unidad de Control de Fronteras Exteriores del Sistema de Seguridad Interior.
El grupo también incluirá un representante de la Agencia de Integración, Migración y Asilo (AIMA); un representante de la Policía de Seguridad Pública; un representante de la Guardia Nacional Republicana y un representante de ANA - Aeroportos de Portugal.
Cabe señalar que la implantación de estos dos sistemas generó cierta polémica después de que el ministro de la Presidencia, António Leitão Amaro, acusara al Gobierno anterior de ser el responsable del retraso en el cumplimiento de los plazos fijados a nivel europeo.
En aquel momento, el ministro llegó a advertir de que existía el riesgo de que Portugal fuera suspendido del Espacio Schengen por incumplimiento, pero una fuente oficial de la Comisión Europea aseguró a ECO que tal escenario no estaba sobre la mesa, ya que el Sistema de Seguridad Interior (SSI) asegura que Portugal ya ha "recuperado los retrasos" en la implantación de los sistemas de seguridad en cuestión.