La Autoridad de Acción Climática (CAA), creada en virtud de la Ley de Acción Climática de 2024, desempeña un papel central en la coordinación y supervisión de las políticas e iniciativas climáticas de Malta. Este artículo esboza los esfuerzos de Malta en la lucha contra el cambio climático en sectores clave, como la aviación, el transporte marítimo y por carretera, al tiempo que destaca el papel vital de la CAA.


1. Autoridad de Acción Climática: Un esfuerzo coordinado para combatir el cambio climático

La creación de la Autoridad de Acción por el Clima (CAA) representa un paso importante en la estrategia de Malta para hacer frente al cambio climático. Este organismo garantiza que todos los esfuerzos de acción climática estén coordinados bajo un mismo marco, alineando las políticas nacionales con las obligaciones internacionales, como las de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y el Acuerdo de París.


Responsabilidades clave de la CEA

  • Establecer orientaciones estratégicas: La Junta de la CEA asesora al Gobierno en materia de acción climática, garantizando que todas las políticas que repercuten en el cambio climático estén efectivamente alineadas.
  • Establecer el Fondo de Acción Climática: Este fondo apoya iniciativas climáticas a través de ingresos procedentes de medidas basadas en el mercado, proyectos nacionales de reducción de gases de efecto invernadero y contribuciones externas.
  • Fomento de la resiliencia climática: La CEA garantiza que las políticas y los proyectos se diseñen para resistir los impactos climáticos, integrando medidas de adaptación en diversos sectores.
  • Recogida de datos y elaboración de informes: La autoridad recopila y procesa datos relacionados con el clima para cumplir las normas internacionales de información, proporcionando transparencia y responsabilidad.

Estas funciones garantizan que las estrategias climáticas de Malta se basen en datos, lo que permite orientar con precisión la reducción de emisiones.

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2. Reducción de emisiones en el sector de la aviación

El sector de la aviación en Malta es crucial para el turismo y el crecimiento económico, pero también contribuye significativamente a las emisiones de dióxido de carbono (CO₂). El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la Unión Europea (RCCDE) se aplica a los operadores aéreos del Espacio Económico Europeo (EEE) y es una herramienta vital para gestionar las emisiones relacionadas con la aviación.


Cumplimiento del RCCDE por los operadores aéreos

Los operadores aéreos de Malta deben cumplir un sistema estructurado en el marco del RCCDE:

  • Seguimiento de las emisiones: Los operadores deben elaborar un plan de seguimiento aprobado por la CAA, que garantice un seguimiento preciso de las emisiones de los vuelos. Se trata de un paso fundamental para cumplir los objetivos climáticos de Malta.
  • Informes anuales: Los operadores deben presentar informes anuales de emisiones, verificados por organismos independientes para garantizar su exactitud. Por ejemplo, Air Malta PLC notificó sus emisiones y se le asignaron 52.948 derechos en 2024 y 33.595 en 2025.
  • Entrega de derechos: Sobre la base de las emisiones notificadas, los operadores deben entregar derechos de emisión para cubrir su producción de carbono. Este mecanismo incentiva la reducción de emisiones y la adopción de prácticas más eficientes en materia de combustible.

La participación de Malta en el Sistema de Compensación y Reducción de Emisiones de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA) amplía aún más estos esfuerzos, centrándose en las emisiones de los vuelos internacionales y garantizando el cumplimiento de las normas mundiales.

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3. Emisiones marítimas: El RCCDE para el transporte marítimo

El sector marítimo de Malta es un pilar económico clave, dada la posición estratégica de la isla en el Mediterráneo. Sin embargo, también plantea retos medioambientales debido a las emisiones de las actividades de transporte marítimo. El RCCDE incluye ahora el transporte marítimo, obligando a las compañías navieras a rendir cuentas de sus emisiones de carbono.


Comercio de derechos de emisión para las navieras

A partir de 2025, el RCCDE obliga a las navieras a entregar los derechos de emisión correspondientes a sus emisiones de CO₂, y a partir de 2026 se incluirán el metano (CH₄) y el óxido nitroso (N₂O). Con esta ampliación se pretende regular de forma más exhaustiva las emisiones marítimas.


Obligaciones clave:

  • Cesión progresiva de derechos de emisión: Las navieras deben cumplir objetivos progresivos: el 40% de las emisiones en 2025, el 70% en 2026 y el 100% a partir de 2027. Este planteamiento gradual da tiempo para la adaptación, al tiempo que mantiene el compromiso de reducción de emisiones.
  • Seguimiento y notificación: Las empresas deben supervisar las emisiones de acuerdo con el Reglamento (UE) 2015/757, garantizando el cumplimiento de las normas de la UE.
  • Papel de la CAA: La Autoridad de Acción Climática supervisa la administración de estas obligaciones, garantizando que las compañías navieras cumplan con sus requisitos de notificación y entrega de derechos.

Ejemplo: Una compañía naviera registrada en Malta que complete viajes a la UE debe presentar un informe de emisiones y entregar el número adecuado de derechos de emisión en función de su producción de CO₂ del año anterior.


4. Abordar las emisiones de los edificios y el transporte por carretera

Además de los sectores aéreo y marítimo, Malta se está preparando para la aplicación de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión (ETS-2) dirigido a las emisiones de los edificios, el transporte por carretera y determinadas actividades industriales. El ETS-2, que empezará a aplicarse en 2027, es crucial para gestionar las emisiones derivadas del consumo de combustible en las actividades cotidianas.


Requisitos de cumplimiento del ETS-2

Las entidades reguladas por el ETS-2 deben tomar medidas específicas para cumplir el nuevo sistema:

  • Permiso de emisión de gases de efecto invernadero: Las entidades deben obtener un permiso de la CAA antes del 1 de enero de 2025 que les autorice a controlar sus emisiones de gases de efecto invernadero.
  • Seguimiento y notificación: Las emisiones procedentes de la combustión de combustibles en los edificios y el transporte deben ser objeto de seguimiento durante todo el año, con informes anuales presentados a la CAA.
  • Entrega de derechos: Al igual que en otros sectores, las entidades deben entregar derechos de emisión equivalentes a sus emisiones, incentivando así las reducciones.

A partir de 2028, las entidades reguladas también tendrán que informar de los costes asociados a estos derechos, añadiendo transparencia al impacto económico de las medidas climáticas.

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5. Inventario nacional de gases de efecto invernadero de Malta: Una estrategia basada en datos

La Autoridad de Acción por el Clima se encarga de elaborar el inventario anual de gases de efecto invernadero (GEI) de Malta. Este inventario es una herramienta clave para evaluar el progreso del país en la reducción de emisiones e identificar las áreas que requieren una mayor intervención.

Alcance del Inventario de GEI

  • Gases de efecto invernadero directos: El inventario hace un seguimiento de las emisiones de CO₂, CH₄, N₂O, hidrofluorocarburos (HFC), perfluorocarburos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF₆) y trifluoruro de nitrógeno (NF₃).
  • Desglose sectorial: Las emisiones se clasifican en cinco sectores principales: Energía, Procesos Industriales y Uso de Productos (IPPU), Agricultura, Uso del Suelo y Silvicultura (LULUCF), y Gestión de Residuos.

Ejemplo: El sector energético, responsable de las emisiones derivadas del uso de combustibles fósiles en el transporte y la generación de electricidad, sigue siendo un contribuyente significativo al perfil de GEI de Malta. La CAA utiliza estos datos para elaborar políticas específicas de reducción de emisiones.


Análisis del potencial de calentamiento global (PCG)

Cada gas de efecto invernadero tiene un PCA diferente, que indica su capacidad para atrapar calor en la atmósfera en relación con el CO₂. El metano, por ejemplo, tiene un PCA de 25, lo que lo convierte en un objetivo importante para la reducción en el sector agrícola, que incluye las emisiones ganaderas y los cultivos.

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6. Invertir en energías renovables y reducir el uso de combustibles fósiles

La transición de Malta de los combustibles fósiles a las fuentes de energía renovables constituye una parte fundamental de su estrategia climática. El cambio del fuelóleo pesado al gas natural en la generación de electricidad ya ha supuesto una reducción sustancial de las emisiones.

Principales iniciativas en materia de energías renovables

  • Inversión en energía solar: Con más de 300 días soleados al año, Malta ha capitalizado la energía solar, instalando sistemas fotovoltaicos en edificios residenciales y comerciales.
  • Bonos verdes y plataforma ESG: La introducción de bonos verdes ha proporcionado financiación para proyectos de energías renovables y otras iniciativas respetuosas con el medio ambiente. Estos bonos apoyan la transición de Malta hacia una energía más limpia y promueven la inversión en sostenibilidad.

Ejemplo: Una instalación de paneles solares en un hogar maltés puede producir hasta 4.000 kWh anuales, reduciendo la huella de carbono del hogar y su dependencia de la electricidad basada en combustibles fósiles.


Camino a seguir: El impulso de Malta hacia un mañana más verde

Los esfuerzos de Malta por combatir el cambio climático y la contaminación están impulsados por un marco claro de políticas, coordinadas por la Autoridad de Acción por el Clima. Al ampliar el RCCDE a los sectores aéreo y marítimo y prepararse para el RCCDE-2, Malta se centra en las principales fuentes de emisiones. La atención prestada por la CAA a la transparencia de los datos y al cumplimiento de las normas internacionales refuerza aún más la estrategia climática del país.

Mediante la inversión en energías renovables, el desarrollo de un Fondo de Acción por el Clima y el compromiso con las partes interesadas, Malta trabaja por un futuro sostenible. A pesar de ser una pequeña nación insular, el enfoque proactivo de Malta y su adaptación a las normas internacionales la convierten en un ejemplo notable de compromiso climático.