La decisión de última hora de Donald Trump de frenar los nuevos aranceles generalizados contra México y Canadá puede haber dado a las empresas un breve respiro, pero los mercados siguen en vilo.

La amenaza de una guerra comercial se cierne sobre los mercados, y los inversores no deben dejarse llevar por una falsa sensación de seguridad, advierte Jake McLaughlin, director ejecutivo de deVere Portugal, que forma parte de las mayores organizaciones independientes de asesoramiento financiero y gestión de activos del mundo.

"Esto es un retraso, no una resolución", afirma McLaughlin. "La imprevisibilidad que estamos viendo en la política comercial es exactamente el tipo de riesgo que sacude a los mercados. Los inversores necesitan ser proactivos, no reactivos, para asegurar que sus carteras están protegidas."

La medida de Trump, anunciada tras conversaciones urgentes con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha suspendido temporalmente los nuevos aranceles que iban a perturbar el comercio norteamericano.

Pero con apenas un mes de gracia, antes de que resurja el asunto, a los inversores mundiales les queda navegar por un panorama plagado de incertidumbre.

Los mercados reflejaron esa inquietud. Tras el anuncio, la renta variable experimentó fuertes oscilaciones, mientras que el dólar se tambaleaba mientras los operadores trataban de calibrar las consecuencias económicas generales. El aplazamiento temporal también ha arrojado nuevas dudas sobre si las amenazas arancelarias de Trump son una verdadera estrategia a largo plazo o simplemente una moneda de cambio a corto plazo.

McLaughlin advierte de que las amenazas repetidas sin seguimiento podrían ser contraproducentes. "En algún momento, o estos aranceles suceden, o la retórica empieza a perder credibilidad. De cualquier forma, la inestabilidad daña la confianza de los inversores, y eso es peligroso."

Mientras que México y Canadá han escapado por ahora, la guerra comercial más amplia con China continúa, con nuevos aranceles que afectarán a los productos chinos el martes. Esa escalada mantiene las cadenas de suministro en estado de agitación y la toma de decisiones de inversión empañada por el riesgo.

Para las empresas que dependen del comercio transfronterizo, lo que está en juego no podría ser mayor. Los fabricantes se preparan para un aumento de los costes, las empresas con cadenas de suministro globales luchan contra la incertidumbre y los riesgos de inflación aumentan a medida que las interrupciones del comercio amenazan con hacer subir los precios.

"Esto no sólo afecta a las grandes empresas", señala McLaughlin. "Se filtra a los consumidores, a los fondos de pensiones, a los inversores cotidianos".

El Gobierno mexicano ha respondido accediendo a desplegar más tropas en su frontera norte, una señal de que los aranceles de Trump están siendo utilizados como palanca para obtener concesiones políticas tanto como económicas. Pero las victorias políticas no necesariamente calmarán a los mercados. Los inversores ya están reposicionando las carteras en previsión de nuevas turbulencias comerciales.

Entonces, ¿qué deben hacer los inversores ante tanta imprevisibilidad? McLaughlin es inequívoco: buscar asesoramiento experto.

"Ahora no es el momento de ir por libre", subraya. "La incertidumbre de la política comercial es uno de los mayores riesgos económicos que existen ahora mismo, y requiere un enfoque estratégico y bien diversificado".

Señala la necesidad de diversificación geográfica, asegurando la exposición más allá de los mercados más vulnerables y la cobertura frente a las fluctuaciones monetarias.

"No se trata de tomar decisiones precipitadas, sino de tener un plan que prevea este tipo de perturbaciones".

La historia demuestra que los mercados pueden capear las guerras comerciales, pero la clave está en la preparación. En anteriores escaladas arancelarias, sectores como la tecnología y los bienes de consumo se llevaron la peor parte, mientras que activos defensivos como el oro y algunos mercados emergentes resultaron más resistentes. Comprender esta dinámica es crucial para los inversores que pretenden proteger y hacer crecer su patrimonio.

"Lo peor en estos momentos es no hacer nada", afirma McLaughlin.

"Los inversores deben estar evaluando su exposición al riesgo, realizando pruebas de estrés en sus carteras y asegurándose de que tienen las estrategias adecuadas para mitigar las consecuencias de la incertidumbre comercial en curso."

A medida que el drama arancelario de Trump continúa desarrollándose, una cosa está clara: la volatilidad del mercado no va a desaparecer pronto. Los inversores que tomen medidas decisivas ahora estarán mucho mejor posicionados para capear el temporal que aquellos que esperan una claridad que quizá nunca llegue.

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También puede ponerse en contacto con Jake con cualquier pregunta aquí: jake.mclaughlin@devere-portugal.pt, la Oficina de deVere Portugal + 351 22 110 9071 o reservar una reunión con él aquí https://calendly.com/jake-mclaughlin/review