Los datos, que aparecen en el informe de vigilancia y seguimiento de la tuberculosis en Portugal de la Dirección General de Salud (DGS), divulgado en el Día Mundial de la Tuberculosis, indican que de los 1.584 casos de tuberculosis notificados, 1.461 eran nuevos casos y 123 eran re tratamientos.
Según el documento, la población migrante sigue siendo una población en situación de mayor vulnerabilidad, con una tasa de notificación 3,6 veces superior a la media nacional (54,3 casos por 100.000 migrantes en 2023), con un aumento de la proporción de casos, en comparación con 2022 (35,8% en 2023 y 30% en 2022).
La región de Lisboa y Valle del Tajo y la región Norte se mantuvieron como las dos regiones con mayor incidencia, con 18,2 y 16 casos por 100.000 habitantes, respectivamente, destaca el informe, que será presentado hoy, en Oporto, en el encuentro promovido por la DGS "Tuberculosis en Portugal: epidemiología y estrategias".
"Hubo 76 muertes, lo que corresponde a una tasa de letalidad del 4,8% en todos los casos notificados, y los fallecimientos están asociados a otras comorbilidades y también a un grupo de edad superior a los 75 años", dijo a Lusa la directora del Programa Nacional de Tuberculosis (PNT) de la DGS, Isabel Carvalho.
Señaló que se trata de una enfermedad que sigue predominando en los hombres, correspondiendo al 68,3% de los casos notificados, y añadió que el 2,8% de los casos notificados se produjeron en niños y adolescentes menores de 15 años.
"La tuberculosis sigue siendo una enfermedad que tiene una mayor focalización en poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad, ya sea en la población migrante, o también en su asociación con otros determinantes sociales, como las adicciones, u otras infecciones, como la infección por VIH u otras enfermedades crónicas, como la diabetes mal controlada o incluso enfermedades oncológicas", destacó.
Isabel Carvalho señaló que la forma más frecuente de la enfermedad sigue siendo la pulmonar (70,8% en 2023), con un mayor nivel de contagio, destacando que el 51,4% de estos casos pulmonares eran contagiosos.
En este grupo, la demora hasta el diagnóstico mostró, en 2023, una mediana de 78 días, lo que supone un aumento significativo respecto a 2022 (53 días), aunque inferior a la mediana nacional (81 días), frente a los 60 días de 2010.
El director argumentó que es "importantísimo que en las formas pulmonares se inicie el tratamiento de forma precoz para controlar este contagio y aportar beneficios al paciente".
"Somos plenamente conscientes de que los profesionales sanitarios son capaces, pero tienen que pensar antes en la tuberculosis (...) incluir la tuberculosis en su lista de hipótesis diagnósticas, sobre todo cuando hay síntomas respiratorios, sobre todo porque la forma más frecuente de tuberculosis sigue siendo la forma pulmonar, que además es inevitablemente la que más se asocia a la transmisión de la enfermedad en la comunidad", destacó.
En 2023, la demora atribuida al paciente (desde el inicio de los síntomas hasta el primer contacto con los servicios sanitarios) se mantuvo estable en torno a los 43 días, mientras que la demora atribuida a los servicios sanitarios fue de 13 días.
El médico explicó que los días atribuidos al paciente están relacionados con otros factores, "a saber, no saber cómo acceder a la atención sanitaria de la tuberculosis, o no valorar los síntomas, o no poder acceder a la atención sanitaria de la tuberculosis".
Por ello, defendió que es fundamental trabajar con todos los socios locales con las poblaciones más vulnerables, ayudándoles a reconocer los síntomas y a acudir a los servicios especializados.
La tasa de notificación de tuberculosis se mantuvo en 14,9 casos por 100.000 habitantes en 2023, idéntica a la de 2022, estable desde los años de la pandemia del covid-19.
"Lo que queríamos era seguir viendo una reducción de la tasa, pero eso no se ha logrado este año, lo que significa que realmente necesitamos adaptar nuestras estrategias", dijo Isabel Carvalho.
"Si sabemos que la tuberculosis está más asociada a algunos factores de riesgo social o enfermedades crónicas, podemos y debemos centrar nuestras estrategias en estos grupos para ser más rentables, es decir, identificar dentro de estos grupos quién está infectado, ofrecer tratamiento preventivo para reducir el 'boom' de futuros nuevos casos de enfermedades", mantuvo.