"En 14 de los últimos 20 años se ha registrado un déficit pluviométrico respecto al periodo 1970/2000, situación que favorece la aparición de periodos en los que la península se encontrará en las clases más altas de sequía meteorológica y, en consecuencia, de sequía agrícola e hídrica".
Respecto a la sequía que atraviesa el país, con el 55% del territorio peninsular en clase de sequía severa y el 45% en sequía extrema, el IPMA advierte que en algunas de las sequías meteorológicas más recientes, los periodos secos se prolongan.
Si se tiene en cuenta el año hidrológico, que va del 1 de octubre al 30 de septiembre del año siguiente, el actual, hasta la fecha, es el segundo más seco de la historia (desde 1931, año en que se empezaron a recopilar datos), sólo superado por el año hidrológico 2004/2005.
Si se consideran los números entre enero y julio (año natural), el IPMA señala que el año más seco fue 2005, seguido de 2012, por lo que este es el tercer año más seco desde 1931.
En julio del año pasado, casi el 40% de la península estaba en situación normal y el resto en sequía leve, moderada o severa. La situación empeoró en agosto (22% del territorio) pero mejoró en los dos meses siguientes. Pero a partir de noviembre empeoró significativamente, sólo el 8,1% del territorio estaba entonces en una condición considerada normal, pasando al 6,3% en diciembre, es decir, empeorando aún más.
A partir de enero de este año, todo el continente entró en régimen de sequía, hasta hoy. Desde entonces, han predominado la sequía extrema y la sequía severa, excepto en marzo y abril, cuando la sequía fue predominantemente moderada.
Según la fuente del IPMA, tener zonas del continente en sequía desde el inicio del año hidrológico es una "situación recurrente", especialmente en la región sur.
Este año, el mes de marzo tuvo precipitaciones por encima de lo normal, tanto en la región norte (aproximadamente 130%) como en la región sur, con aproximadamente 200%.
Según el IPMA, las precipitaciones se han registrado incluso mensualmente en todo el territorio durante el presente año hidrológico.
"Lo que ocurre es que los valores son muy bajos en comparación con lo que consideramos normal, es decir, una cantidad insignificante de precipitaciones cuando estamos en una situación de déficit persistente de precipitaciones".