En un comunicado conjunto, la DGS y la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) indican que en las últimas semanas se han detectado 187 casos sospechosos de intoxicación alimentaria asociada al consumo de pan de maíz en una zona específica del país, que incluye los distritos de Leiria ( Pombal, Ansião, Leiria, Marinha Grande, Pedrógão Grande), Santarém (Ourém), Coimbra (Figueira da Foz, Condeixa-a-Nova y Coimbra) y Aveiro (Ílhavo, Vagos).
Las dos entidades señalan que se trata de una medida preventiva y transitoria, apelando a la colaboración ciudadana "hasta que estos alimentos sean considerados seguros".
DGS y ASAE afirman que, a raíz de esta situación, las autoridades competentes aplicaron medidas en el sentido de restringir las materias primas utilizadas en la fabricación del pan de maíz sospechoso.
Según la ASAE y la DGS, se registraron 187 casos, entre el 21 de julio y el 9 de agosto, que presentaron un cuadro sintomático similar, principalmente sequedad de boca, alteraciones visuales, mareos, confusión mental y disminución de la fuerza muscular, observándose estos síntomas entre 30 minutos y dos horas después de la ingestión del alimento.
En la mayoría de los casos, no hubo sintomatología al cabo de unas horas, clasificándose los síntomas como leves, y sólo 43 de los casos sospechosos requirieron atención hospitalaria.
La ASAE y la DGS añaden que se determinó abrir una investigación epidemiológica, que está en curso.
Las dos entidades afirman que, a pesar de la incertidumbre aún existente, se pudo determinar que los afectados tenían en común el consumo de pan de maíz producido y distribuido en los distritos de Santarém, Leiria, Coimbra y Aveiro, por lo que la sospecha del origen de la toxiinfección puede relacionarse con la harina utilizada en la elaboración de este alimento.