Según el informe de World Weather Attribution(WWA) y Climate Central, hasta ahora, la media mundial es de 41 días más de "calor peligroso" que han causado un "sufrimiento implacable" debido al cambio climático.
Los 20 días de calor peligroso de Portugal están entre los más bajos de Europa, un continente que también presenta menos riesgos.
En el contexto europeo, por debajo de Portugal sólo están Islandia (13 días), Mónaco (17) e Irlanda (18).
Entre los países lusófonos, Portugal es el que ha tenido menos días de calor peligroso, según la clasificación de la WWA, mientras que Guinea Ecuatorial alcanzó este valor durante casi el 30% de los días (106).
Inmediatamente por debajo en la lista se encuentra Timor Oriental, con 98 días de calor peligroso, todavía por debajo de la vecina Indonesia (122 días).
La lista de países de habla portuguesa con más días de calor peligroso sigue con Santo Tomé y Príncipe (89 días), Angola (73), Cabo Verde (60), Guinea-Bissau (54), Brasil (49) y Mozambique (37).
En Macao, hubo 58 días con calor peligroso, por encima de la vecina Hong Kong (57) y muy por encima de la media de China (24).
A escala internacional, las que más días de calor peligroso sufren son las islas del Pacífico y el Caribe, con el récord de Nauru, con casi la mitad del año en esta frontera de riesgo (149 días).
La WWA está formada por investigadores de diversas instituciones científicas y universitarias y cuenta con protocolos y asociaciones con expertos locales que permiten evaluar rápidamente los fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo, utilizando también modelos climáticos y bibliografía especializada.
Las dos organizaciones definieron los días de "calor peligroso" de más de 200 países y territorios analizando las temperaturas medias en estas zonas entre 1991 y 2020 e identificando el percentil del 10% más caluroso, cuyos valores suelen asociarse a mayores riesgos para la salud.
Calculando la media de días más calurosos de lo normal en los distintos territorios, se concluyó que en 2024 habría 41 días más de "calor peligroso" en el mundo que en un escenario sin cambio climático.
Entre las recomendaciones figuran la notificación en tiempo real de las muertes por calor extremo y el aumento de la financiación internacional para ayudar a los países en desarrollo a ser más resistentes.