¿Cuál es la creencia tácita sobre la corbata?

¿Por qué no la pajarita o el corbatón? ¿O un determinado tipo de chaqueta, el pañuelo en el bolsillo superior, la flor en el ojal, o el reloj de bolsillo en el bolsillo del chaleco, y la cadena de oro en la barriga? El bombín solía significar que uno era un hombre de negocios de calidad. Pero nunca tuvo la influencia que siempre ha tenido la corbata. Y los bombines parecen haber desaparecido. Hace un tiempo estaban de moda los sombreros de copa, que aseguraban al hoi-polloi que eras un caballero establecido. Pero ya casi no se ven, excepto en las ocasiones en las que los "toffs" y la realeza van a las carreras.

Todas las modas tienden a cambiar con las estaciones. Pero la corbata nunca ha cambiado. Esa asfixiante prenda de vestir ha perdurado durante más de 100 años. ¿Por qué? ¿Qué hay detrás de esa creencia no declarada que da la impresión de que un hombre se hace decente por llevarla? ¿Cómo es que llevar un elegante trozo de tela hecho una bonita soga alrededor del cuello le hace a uno más elegible para entrar en un club? Los mayores ladrones y estafadores pueden ser los que llevan corbata, pero a un tipo decente sin corbata se le niega la entrada a ciertos establecimientos.

Cuando éramos niños en el colegio, nos obligaban a llevar este lazo de ganado durante todo el día, incluso con un calor sofocante. Qué feliz me hacía arrancármelo todas las tardes en la puerta del colegio nada más salir. Para mí era un símbolo de encarcelamiento. Me sentía como un perro tirando de un collar de asfixia. Incluso las niñas en sus aulas se veían obligadas a llevar la corbata. ¿Quién fue el miserable alma adoctrinada que ordenó eso? ¿Y por qué estaba tan universalmente aceptada?

Después de salir del colegio siempre evité cualquier trabajo que me exigiera llevar corbata para una entrevista, y nunca más he vuelto a llevar una en el resto de mi vida.

Y otras anomalías sartoriales que despertaban mi incomprensión eran las vueltas en los pantalones y el pliegue en forma de cuchillo que se exigía en la parte delantera de los pantalones. ¿Por qué se adoptó de forma irreflexiva y universal como requisito para ir bien vestido? ¿Y dónde ha quedado hoy?

Descubrí que, al menos, las vueltas tenían algo de razonamiento. Cuando las carreteras estaban sin asfaltar o mal hechas, los hombres solían remangarse los bajos de los pantalones para evitar que el tráfico les salpicara de barro. Esa práctica dio lugar a las vueltas en los pantalones más elegantes como un guiño a esta convención. Sin embargo, los bajos de los pantalones no servían para nada, aparte de ser receptáculos de pelusas y arenilla.

Como me disgustaba su inutilidad, mandé confeccionar mis nuevos pantalones sin vuelta, lo que provocó las burlas de mis conocidos más convencionales, y me alegré mucho cuando el Primer Ministro de la época empezó a llevar también pantalones sin vuelta, lo que yo señalé con satisfactorio regocijo.

Créditos: Imagen suministrada; Autor: Muz Murray;

Alivio

Compruebo con gran alivio que la corbata empieza a perder su control psicológico sobre la sociedad. ¿Quizá la mente de las masas se está dando cuenta por fin de algún simbolismo oculto? ¿O hay una protesta silenciosa contra la corbata que promueven sutilmente los inconformistas de la sociedad en todo el mundo? Muchos presentadores de televisión y entrevistadores aparecen ahora con camisas de cuello abierto y sin corbata.

Sin embargo, curiosamente, ahora parece haber una conformidad tácita y misteriosa en cuanto a cómo muestran las solapas de sus camisas de cuello abierto, que se meten por dentro de sus chaquetas. A mí me parece más atractivo colocarlas por fuera. Pero aún no he visto a nadie que lo haga. Si no hay ninguna norma obligatoria al respecto, ¿por qué nunca he visto a nadie con las solapas superpuestas a sus chaquetas?

Tales son los misterios sartoriales convencionales para los que no tengo explicación.

Sin embargo, llama la atención que sean aquellos tipos que desean dominar a la población del mundo, como presidentes, directores ejecutivos de grandes empresas, miembros de la realeza y todos esos sombríos personajes que se reúnen anualmente en secreto en Davos para discutir cómo pretenden gobernar el mundo, los que se ciñen servilmente a la corbata.

¿Es que tener una soga tan incómoda alrededor de su cuello

demuestra que eres un animal conservador voluntariamente obediente?

Me pregunto cómo podíamos saber quién era una persona respetable antes de que la corbata se convirtiera en el símbolo de la respetabilidad.

¿Promueven los peces gordos del establishment la prolongación de la corbata como una especie de símbolo sagrado? ¿Es una forma de descubrirse unos a otros como un apretón de manos masónico secreto? ¿Podría ser un símbolo de conformidad sutilmente ordenado por los Illuminati?

No soy un paranoico. Pero la extraordinaria mentalidad respecto a esta bonita soga al cuello realmente me hace dudar.

Estoy convencido de que hay más en la corbata de lo que parece.

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Author

British mystic, author, psychotherapist, spiritual counsellor, mantra yogi, fine artist and illustrator, theatrical set and costume designer. Founder-editor of Gandalf’s Garden magazine and Community in the London Sixties, and 3 years as columnist for Yoga Today magazine, BBC 4 Scriptwriter, author of four spiritual self-development books and two storybooks for children. 

Muz Murray