Agnelo nació en Pisa a finales del siglo XII.
Conoció a San Francisco durante la gira de predicación de éste por la Toscana en 1212.
El Beato Agnelo tuvo el privilegio de ser recibido en la Orden por el propio San Francisco.
Se le confió el gobierno de la provincia parisina de la orden.
En 1217, Agnellus fue enviado a fundar el primer convento de París, donde más tarde se convirtió en Custodio (responsable de un grupo de conventos dentro de una provincia).
Entró joven en la Orden y estuvo entre los presentes en el Capítulo de las Esteras.
San Francisco le encargó la Custodia de Francia, antes de enviarle a Inglaterra.
Murió en 1236 y el culto al Beato Agnelo fue formalmente confirmado en 1892 por el Papa León XIII.
En la célebre reunión del Capítulo de las Esteras, Guillermo el Inglés pidió a Francisco que enviara frailes a Inglaterra, y Francisco nombró a Agnelo para fundar la Provincia, aunque éste sólo era diácono.
A su paso por París se les unió un devoto sacerdote inglés, Richard Ingworth, que recibió el hábito de Agnellus y le acompañó a Inglaterra
Hicieron de Canterbury su primera parada, y cuatro se dirigieron a Londres para ver dónde podían establecerse.
El resto se alojó en la Casa de los Pobres Sacerdotes, durmiendo en un edificio que durante el día servía de escuela.
Era marzo de 1224, y los frailes debieron sufrir grandes incomodidades, sobre todo porque su comida ordinaria era pan y un poco de cerveza, que era tan espesa que tenían que diluirla primero.
El Preboste de la Casa Sacerdotal les construyó una pequeña iglesia y les habría dado una vivienda, pero dijeron que no podían tener propiedades.
El asunto se resolvió cediendo la vivienda a la Corporación para uso de los hermanos.
Habían llegado con una carta elogiosa del Papa Honorio III, de modo que el arzobispo de Canterbury, al anunciar su llegada, dijo: "Algunos religiosos han venido a mí llamándose Penitentes de la Orden de Asís, pero yo los llamo Orden de los Apóstoles".
Así se les conoció por primera vez; y cuando algunos de ellos iban a ser ordenados acólitos en la catedral de Canterbury cuatro meses después, el arcediano les ordenó que se acercaran: "Acérquense, Hermanos de los Apóstoles."
Matthew Paris habla de la familiaridad de éstos con el rey Enrique III; y Enrique les concedió más de una merced de terreno para la fundación en Oxford.
Agnellus estableció un centro de enseñanza que influyó enormemente en la Universidad de Oxford, e indujo a Grosseteste a actuar como profesor allí.
Agnellus parece haber muerto a la edad de cuarenta y un años, sólo once años después de llegar a Dover.
Quedó un vivo recuerdo de su celo por la santa pobreza; el infirmario que construyó en Oxford "no sobrepasaba la altura de un hombre".
En 1233 fue elegido para negociar con el rebelde conde Marshal en las Marcas de Gales, para que volviera a ser leal al rey.
Se dice que su salud se resintió por sus esfuerzos en esta causa y por un largo y doloroso último viaje a Italia.
Regresó a Oxford, donde murió con intensos sufrimientos, rezando continuamente: