En una entrevista con la Dra. Ana Rita Herculano, gastroenteróloga que trabaja en el Grupo de Salud HPA, explicó cuáles fueron los principales efectos que la pandemia tuvo en esta especialidad, la rama de la medicina centrada en el aparato digestivo y sus trastornos, que pueden ser enfermedades malignas (por ejemplo, cáncer gástrico o colorrectal) o funcionales (como el síndrome del intestino irritable o la dispesia funcional).

Hospitales en apuros

En los últimos 22 meses, los hospitales han tenido que dedicar todos sus recursos a la respuesta al Covid-19 y reorganizarse en consecuencia. Como consecuencia, en algunos hospitales se ha dejado de atender a los pacientes que no tienen Covid-19 y el número de revisiones se ha reducido drásticamente.

"Es posible que se produzcan más muertes por cáncer gastrointestinal en Portugal como consecuencia de la falta de cribados y consultas debido a la pandemia, concretamente en la primera oleada", afirmó la Dra. Ana Rita Herculano.

Aunque algunas de las consultas se realizaron a distancia, los servicios tuvieron que cumplir las directrices de las autoridades sanitarias, lo que supuso grandes retos que pospusieron y cancelaron varios cribados, según un estudio portugués publicado el año pasado.


Los hospitales privados fueron clave

En estos tiempos difíciles, los hospitales privados han desempeñado un papel importante "al permitir la realización de exámenes de cribado cuando el Servicio Nacional de Salud (SNS) tenía dificultades para responder", afirmó la doctora Ana Rita Herculano.

Por ello, "el aumento del número de exámenes en los hospitales privados ha sido esencial, especialmente para el diagnóstico de los cánceres gastroenterológicos en sus fases más tempranas", añadió.


El cáncer más mortífero

Cada año, 370.000 personas en la Unión Europea descubren que tienen cáncer colorrectal. La mayoría de estas personas no tienen antecedentes familiares de este tipo de cáncer. A pesar de las preocupantes cifras, el 90% de estos pacientes pueden sobrevivir si se someten al tratamiento necesario en una fase temprana, lo que sólo es posible con un cribado a tiempo, según el Observatorio Mundial del Cáncer. Por eso el cribado es la clave.

Según las directrices sanitarias, a partir de los 50 años todo el mundo debería someterse a una colonoscopia, aunque no tenga síntomas. Sin embargo, aunque el 90 por ciento de los cánceres colorrectales aparecen después de los 50 años, la doctora Ana Rita explicó que cada vez se enferma a una edad más temprana, por lo que a partir de los 45 años los pacientes deberían empezar a pensar en ello.


Programar el cribado

A pesar de los duros momentos que atraviesa toda Europa desde principios de 2020, las autoridades sanitarias han puesto en marcha campañas dirigidas a personas de entre 50 y 74 años, centradas en el cribado de sangre oculta en las heces. "En caso de ser positivo, se aconseja acudir al médico para realizar una colonoscopia. Este examen es esencial para la detección precoz de lesiones como los pólipos. Estas lesiones, con potencial maligno, pueden extirparse de forma segura en una fase temprana, en el curso de un examen de cribado", dijo.

En cuanto al examen en sí, la Dra. Ana Rita dijo a The Portugal News que no hay nada que temer: "Los exámenes han mejorado mucho hoy en día, tanto en términos de comodidad durante el examen como en términos de seguridad". Una colonoscopia es un examen seguro y actualmente es indoloro, ya que el paciente se somete a una sedación profunda", dijo.


Trastornos gastrointestinales (GI) funcionales

Estos trastornos no son peligrosos ni malignos como es el caso del cáncer, pero son los que más pacientes llevan al Grupo de Salud HPA. En resumen, los trastornos gastrointestinales funcionales y los trastornos de la motilidad son los que más trastornos GI presentan en la población general. Se caracterizan por la interacción intestino-cerebro y se aplican a los trastornos gastrointestinales en los que se ven afectadas las actividades normales del organismo en cuanto al movimiento, la sensibilidad de los nervios del intestino o la forma en que el cerebro controla algunas de las funciones. Sin embargo, no hay problemas estructurales como los tumores.

"Se trata de trastornos en los que los pacientes tienen algunas quejas como una sensación de nudo en la garganta, sensación de ardor persistente, dificultad para tragar, dolor o molestias en la parte superior del abdomen (dispepsia funcional) o un grupo de trastornos intestinales caracterizados por molestias o dolor abdominal asociados a una defecación o a un cambio en el hábito intestinal (síndrome del intestino irritable con defecación. Los exámenes diagnósticos, cuando son necesarios, como la endoscopia, los exámenes radiológicos y los análisis de sangre pueden confirmar que el paciente no tiene ninguna anomalía orgánica gastrointestinal", dijo la Dra. Ana Rita a The Portugal News.


Tras contraer el Covid-19, los pacientes son más vulnerables

Los pacientes que se han recuperado del Covid-19 pueden ser más vulnerables a las enfermedades funcionales que otros pacientes. En el Grupo de Salud HPA, ha habido más pacientes con dolencias funcionales gastrointestinales.

"De hecho, ahora estoy encontrando más casos de trastornos gastrointestinales, especialmente en pacientes que se infectaron previamente con Covid-19. Las quejas suelen ser dispepsias funcionales y cambios en los hábitos de tránsito intestinal (principalmente síndrome del intestino irritable - diarrea)", dijo.

Otro estudio, que se publicó en octubre de 2021, reveló que el síndrome del intestino irritable y la dispepsia (mala digestión) pueden aparecer tras la infección por Covid-19.

"En este estudio, 280 pacientes que se recuperaron de Covid-19 desarrollaron síntomas de trastornos gastrointestinales funcionales y trastornos de salud mental. Por lo tanto, los factores de riesgo para la prevalencia de estas dolencias gastrointestinales después de seis meses de la infección por Covid-19 incluyen síntomas como la pérdida del olfato y el gusto, la aparición temprana de estas enfermedades al mes y a los tres meses de la infección, así como comorbilidades y trastornos de salud mental", concluyó la Dra. Ana Rita Herculano.