Según los datos del INE, en los últimos 12 meses hasta agosto, la variación media del índice de precios, excluida la vivienda, fue del 5,43%, valor que sirve de base para el coeficiente utilizado para la actualización anual de los alquileres para el próximo año, en el marco del Nuevo Régimen de Arrendamientos Urbanos (NRAU) y que supone 5,43 euros adicionales por cada 100 euros de renta.
No obstante, el valor efectivo para la actualización de los alquileres no se determinará hasta que, el 12 de septiembre, el INE publique los datos definitivos referidos al IPC de agosto de 2022.
La subida del 5,43% de los alquileres en 2023, aplicable tanto a las zonas urbanas como a las rurales, se produce tras la subida del 0,43% registrada este año, después de la congelación de 2021 (tras la variación negativa del índice de precios ) y de los incrementos del 0,51% en 2020, del 1,15% en 2019, del 1,12% en 2018, del 0,54% en 2017 y del 0,16% en 2016.
Por ley, los valores de los alquileres suelen estar sujetos a actualizaciones anuales que se aplican automáticamente en función de la inflación. La NRAU estipula que el INE es responsable de determinar el coeficiente de actualización de los alquileres, que debe incluirse en un anuncio que se publicará en el Diário da República antes del 30 de octubre de cada año para que entre en vigor.
Sólo después de la publicación en el Diário da República, los propietarios podrán anunciar el aumento de los alquileres a los inquilinos, y el aumento sólo podrá hacerse efectivo 30 días después de este aviso.
Si no desean hacerlo, los propietarios no están obligados a aplicar esta actualización.
Los alquileres anteriores a 1990, sin embargo, se actualizaron a partir de noviembre de 2012, según la NRAU, lo que le permite aumentar los alquileres más antiguos mediante un proceso de negociación entre propietario e inquilino. Si se han sometido a este mecanismo extraordinario de actualización, están exentos de una nueva subida.