La Federación de Industrias Agroalimentarias Portuguesas(FIPA) ha advertido de la "grave situación" que la huelga de los trabajadores de las administraciones portuarias está causando a las empresas agroalimentarias y pide a las partes que lleguen rápidamente a una solución. Al mismo tiempo, la Associação Empresarial de Portugal (AEP) ha enviado una carta al Gobierno en la que advierte de las consecuencias que la huelga de los funcionarios de las administraciones portuarias está teniendo ya en las empresas.
"De continuar, la huelga de los trabajadores de la administración portuaria pone en peligro el normal funcionamiento de la industria agroalimentaria, sector para el que los puertos del Continente [portugués], Madeira y Azores son la puerta de entrada de materias primas en el país" , afirma la FIPA en un comunicado.
Además, el paro "compromete la exportación de mercancías" y el "cumplimiento de los plazos de entrega" de los pedidos, una situación que pone en peligro "las futuras relaciones con el exterior".
La FIPA, sin embargo, reconoce que la "huelga es un derecho fundamental de los trabajadores", pero advierte de que ya está "afectando al abastecimiento y consumo de bienes de primera necesidad", además de acarrear "daños incalculables y duraderos" a las empresas y a sus trabajadores. Y prosigue: "El riesgo de interrupción en el suministro de algunas materias primas para la alimentación es ya una realidad".
Así, y a la vista de la situación, y en caso de que no se encuentre una solución inmediata para este conflicto laboral, la FIPA entiende que "los servicios mínimos deben ser revisados y garantizados de forma inmediata", ya que actualmente "no incluyen la descarga de materias primas de artículos alimentarios esenciales".
La AEP también está preocupada por las consecuencias de esta huelga nacional. La asociación se unió a la Comunidad Portuaria de Leixões, la Asociación Comercial de Oporto, la Asociación de Agentes Marítimos de Portugal, la Asociación Nacional de Concesionarios de Terminales Portuarias, la Asociación de Transitarios de Portugal y la Asociación de Operadores Portuarios de Leixões para alertar al Gobierno de los daños que se están causando a las empresas y a la economía.
En una carta enviada al Gobierno, las siete entidades, que se manifiestan como trabajadores, operadores y clientes del Puerto de Leixões, muestran gran preocupación por el bloqueo que la importación y exportación de mercancías está provocando.
Los usuarios de los puertos nacionales con mayor capacidad ya están desviando la carga hacia España y otros puertos internacionales, pero la mayoría de los operadores económicos no tienen esa posibilidad y se encuentran actualmente paralizados. La situación es especialmente grave en el Puerto de Leixões, ya que sus características físicas dictan su cierre total, sin que sea posible la entrada o salida de buques.
"Las Administraciones Portuarias son empresas públicas rentables. Todos los años reparten dividendos al Estado. Sin embargo, las tasas portuarias no son ingresos ordinarios. La ley del sector dice, muy expresamente, que sirven para mejorar el servicio portuario, aunque no se hayan realizado inversiones relevantes en el sector", reza un comunicado.
"Es deber, obligación y responsabilidad del Gobierno corregir la aplicación de estas tasas y el buen funcionamiento de los puertos", añade la AED.
ElSindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Portuaria(SNTAP) convocó una huelga de varios días, que comenzó el 22 de diciembre y se prolongará hasta el 30 de enero, abarcando los puertos del continente, Madeira y las Azores. Según el documento enviado al Gobierno, a las secretarías regionales y a las administraciones portuarias, los trabajadores estarán en huelga "de las 00:00 del 22 de diciembre a las 24:00 del 23 de diciembre", "de las 00:00 del 27 de diciembre a las 24:00 del 29" y "de las 00:00 a las 24:00 de los días 2, 6, 9, 13, 16, 20, 23, 27 y 30 de enero".
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