Las olas de calor pueden ser incómodas en el mejor de los casos, pero ¿y si ya tienes sofocos? La Dra. Naomi Potter, fundadora de Menopause Care y coautora del bestseller Menopausing, junto con Davina McCall, señala que ocho de cada 10 personas que pasan por la menopausia experimentan síntomas como los sofocos: una oleada repentina de calor, a menudo acompañada de enrojecimiento y sudoración.

Durante la perimenopausia y la menopausia también son frecuentes los sudores nocturnos y los problemas para conciliar el sueño.

"El aumento de las temperaturas puede empeorar los sofocos y los sudores nocturnos, y hacer más difícil refrescarse cuando se experimentan", dice Potter, explicando que la falta de estrógenos asociada a la menopausia afecta a la parte del cerebro que ayuda a regular la temperatura corporal.

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"Si ya tienes calor y sudas, entonces tener un sudor nocturno o sofoco sólo puede empeorarlo todo y hacer que te sientas incómoda".

Estos son sus consejos para superar las olas de calor del verano...

Viajar

"Con el calor, el transporte público puede ser horrible en los mejores momentos, sobre todo cuando se viaja en metro, tren o autobús, donde se está apretado, así que si sufres un sofoco mientras viajas, puede ser muy desagradable", dice Potter. "Intenta llevar agua y un pequeño ventilador, para darte algo de consuelo en esos momentos, aunque sólo sea por un breve alivio".

Si puedes, invierte en una botella de agua diseñada para mantener los líquidos fríos, así siempre tendrás algo fresco que sorber cuando lo necesites.

Sé prudente con la bebida

Hablando de bebidas, Potter también sugiere intentar limitar el alcohol, el café y las bebidas azucaradas, sobre todo si los síntomas de la menopausia resultan molestos. El té helado y el agua son opciones ideales.

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"Durante el verano, es más probable estar deshidratada, y el alcohol, el café y las bebidas gaseosas empeoran la deshidratación", explica. "Así que merece la pena tenerlo en cuenta y mantenerse hidratado con agua".

Duerme

Puede que la menopausia ya esté afectando a tu estado de ánimo y a tus niveles de energía, así que las noches sin dormir pueden ser un doble golpe. "En el caso de los sudores nocturnos, a menudo se interrumpe el sueño, lo que repercute en el estilo de vida y el trabajo del día siguiente", dice Potter.

"Crea un entorno fresco para dormir llevando ropa de cama ligera y transpirable, y ten una de repuesto junto a la cama por si te despiertas sudado, para poder cambiarte sin tener que levantarte a buscar ropa nueva", sugiere. Además, un ventilador bien colocado en el dormitorio será tu mejor amigo en verano.

Vístete ligero

Ni que decir tiene que la ropa también influye en la temperatura, así que si te molestan los sofocos, modificar tu vestuario puede serte de gran ayuda. Potter sugiere vestir con "tejidos ligeros y transpirables", como el algodón o el lino. Además, un pantalón corto de ciclismo o unas bragas largas debajo de las faldas y los vestidos pueden ayudar mucho a combatir la sudoración y las molestias en esta época del año.

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Consigue el soporte adecuado

Con o sin ola de calor, la menopausia no tiene por qué significar sufrir en silencio y limitarse a aguantar si los síntomas le afectan.

"Si alguien tiene síntomas, merece la pena que acuda a su médico de cabecera, porque hay muchas cosas que se pueden hacer", dice Potter. Y si el lugar de trabajo es favorable a la menopausia, merece la pena hablar con los jefes, porque con los últimos titulares, muchos lugares de trabajo apoyan mucho más la menopausia".

"Creo que es vital que este tipo de conversaciones continúen", añade Potter. "Si no se habla de las experiencias, no hay forma de que la gente se dé cuenta de que se trata de un acontecimiento normal de la vida, y de que hay ayuda si se necesita".

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Conservar la THS en el calor

Por último, si está tomando terapia hormonal sustitutiva (THS), asegúrese de almacenarla correctamente cuando suban las temperaturas.

"La mayor parte de la THS debe conservarse a temperatura ambiente. Si éste es el caso de la suya (lo indicará en el lateral del envase), no la refrigere ni la congele. En su lugar, guárdala en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz directa", dice Potter.

Sin embargo, hay que mantenerlo alejado de temperaturas excesivas: básicamente, en cualquier lugar donde pueda hacer mucho calor cuando hace sol, como el interior de los coches o las repisas de las ventanas. "Y en las bodegas de los aviones", añade Potter, "donde las temperaturas son desconocidas y pueden subir rápidamente".