Como padres podemos sentirnos impotentes, inseguros de cómo guiar a nuestros hijos a través del complejo paisaje del mundo digital. Venimos de una generación que fue introducida poco a poco en la tecnología moderna y creció en paralelo a ella. En comparación con los que hoy son niños y adolescentes, que tuvieron acceso a Internet y a los teléfonos inteligentes desde la cuna. La diferencia de pensamiento generacional posiblemente provoque una ruptura de la comunicación, en la que ambas partes se sienten desoídas e incomprendidas.

Navegar por la paternidad en la era digital, donde las redes sociales dominan nuestras interacciones diarias y los teléfonos inteligentes son extensiones de nuestras propias manos, ha adquirido una nueva serie de retos. La rápida evolución de la tecnología en las dos últimas décadas ha transformado no solo nuestra forma de comunicarnos, sino también nuestra percepción del mundo.

Los niños de hoy en día están expuestos a una cantidad de información sin precedentes, y muchos de ellos pasan horas navegando por las redes sociales, llenas de momentos destacados de la vida de los demás. Pueden pensar que lo que ven es la norma o confiar en las redes sociales para validarse. La influencia y las comparaciones constantes pueden generar sentimientos de inferioridad y provocar ansiedad y baja autoestima. Los padres pueden tener dificultades para comprender las presiones de sus hijos para estar a la altura de la vida de los demás, mientras que los hijos pueden sentir que sus padres están fuera de contacto con las realidades de sus vidas digitales. Otro reto para los niños y adolescentes es la falta de capacidad para diferenciar. Aunque Internet proporciona acceso a innumerables recursos, a menudo sólo crea una comprensión superficial de temas importantes debido a la falta de discusión en profundidad. Los temas se reducen considerablemente, a una velocidad del habla acelerada, para que quepan en un breve videoclip. La información se dispara a nuestras mentes constante y rápidamente, para adaptarse a la corta capacidad de atención del espectador.

Para combatir estas dificultades, los padres deben adoptar un enfoque proactivo con sus hijos. En lugar de ver la tecnología como una barrera, pueden aprovecharla como una herramienta de conexión. Fomentar el pensamiento crítico sobre los contenidos en línea, discutir los matices de la información y hacer hincapié en la importancia de las experiencias fuera de línea puede ayudar a los niños a desarrollar una comprensión más profunda de su mundo.

Consejos para padres en la era digital

1. Establezca una comunicación abierta: Cree un entorno en el que su hijo se sienta seguro para hablar de sus experiencias en Internet. Hágales preguntas abiertas sobre lo que ven y cómo les hace sentir. Esto no solo fomenta la confianza, sino que también ayuda a los padres a conocer mejor las perspectivas de sus hijos.

2. Establecer límites juntos: Colabore con su hijo para establecer límites saludables en torno al tiempo frente a la pantalla. Esto puede ayudarles a responsabilizarse de su consumo digital, al tiempo que garantiza que el tiempo en familia siga siendo una prioridad.

3. Fomente las actividades fuera de línea: Promueva actividades que fomenten conexiones genuinas, como noches de juegos en familia, aventuras al aire libre o proyectos creativos. Estas experiencias pueden ayudar a contrarrestar el tiempo pasado en línea y crear recuerdos duraderos.

4. Modele hábitos digitales saludables: Los niños suelen emular el comportamiento de sus padres. Demostrando un enfoque equilibrado de la tecnología -como dejar los dispositivos durante las comidas o disfrutar de fines de semana sin tecnología- los padres pueden dar un ejemplo positivo.

5. 5. Fomente el pensamiento crítico: Involucre a sus hijos en debates sobre la información que encuentran en Internet. Anímelos a evaluar las fuentes, a considerar diferentes puntos de vista y a pensar de forma crítica sobre el contenido que consumen.

Una perspectiva positiva: Tender puentes

El mundo real de nuestros hijos incluye tanto lo online como lo offline.


A pesar de los desafíos, la era digital también presenta oportunidades únicas para la conexión. Las redes sociales pueden servir de puerta de entrada para que padres e hijos compartan intereses, descubran nuevas actividades e incluso aprendan juntos. Los recursos en línea pueden ayudar a los padres a informarse sobre las últimas tendencias y los problemas a los que se enfrentan sus hijos, fomentando la empatía y la comprensión.

Mientras navegamos por este complejo terreno, es esencial recordar que ser padres no consiste en ser perfectos, sino en estar presentes. Fomentando el diálogo abierto, utilizando la tecnología como herramienta de conexión y dando prioridad a las experiencias significativas, los padres pueden salvar la brecha generacional y cultivar un sentimiento de unión.

Si abordamos la crianza con empatía y capacidad de adaptación, podemos prosperar en este panorama en constante evolución, garantizando que tanto padres como hijos salgan fortalecidos y más conectados que nunca.


Author

Jelena Pal, a clinical psychologist originally from Germany, spent a significant part of her life in the United States, where she lived cumulatively for ten years. During this time, she pursued her passion for understanding the human mind and behavior, earning a Bachelor of Arts in Psychology and Sociology, followed by a Master of Arts in Clinical Psychology and serving many clients. She now brings her expertise to the Algarve, where she is dedicated to providing compassionate and insightful support for those seeking to enhance their well-being. Whether you are seeking support for anxiety, depression, relationship issues, or personal growth, she is serving you online, at home, or at the Family Medical Centre in Vale do Lobo (palmentalhealthalgarve.com; family-medical-centre.pt).

Jelena Pal