El mercado residencial portugués empieza a sentir la crisis que atraviesa el país, en una "respuesta natural" al aumento de los tipos de interés y del coste de la vida para las familias. Esta es una de las conclusiones del estudio más reciente de JLL, Portugal Living Destination, que revela que en el 1er semestre del año, el número de viviendas vendidas en Portugal cayó un 22% en comparación con el mismo semestre del año anterior.
Entre enero y junio de 2023, se transaccionaron 68.000 viviendas, lo que refleja un "flujo de demanda muy sólido", según la consultora y recoge idealista, apoyado en los compradores nacionales, que representan el 93% de las viviendas vendidas. Aún así, la "dinámica presencia de extranjeros" sigue siendo evidente.
El estudio Portugal Living Destination concluye que el mercado inmobiliario mantiene un comportamiento positivo a pesar de los "profundos cambios cíclicos" de los dos últimos años. Prueba de ello es el comportamiento de los precios que, incluso en el contexto de los ajustes de las ventas, mantienen la tendencia de crecimiento. En los últimos tres años, destaca JLL, los precios de la vivienda han subido un 25% y los alquileres un 23%.
El problema sigue siendo "la escasez estructural de oferta", afirma Joana Fonseca, responsable de Consultoría Estratégica e Investigación de JLL. "Si bien es cierto que el número de permisos ha aumentado progresivamente en los últimos años, el ritmo de llegada de nuevas viviendas al mercado sigue estando muy por debajo del volumen de demanda", destaca.
Falta de oferta
La falta de oferta es un problema estructural en el país, y sigue agravándose año tras año, como muestra el estudio. En el último año y medio, se terminaron 30.750 nuevas viviendas en Portugal y otras 46.700 con licencia, números que, a pesar de señalar una tendencia de crecimiento en comparación con los últimos años, "no sólo permanecen por debajo de los estándares de producción de viviendas a principios del milenio (72.800 viviendas terminadas por año, en promedio, entre 2000 y 2010), ya que son insuficientes para satisfacer las necesidades actuales de la demanda, que en el mismo período absorbió 236.000 viviendas".
"El mercado sigue ofreciendo muchas oportunidades para el desarrollo, como resultado de este desequilibrio persistente entre la oferta y la demanda. Además, es necesario ajustar los productos a las nuevas necesidades de la demanda. No se trata sólo de apostar por la cantidad. El principal objetivo de la vivienda hoy en día es poner casas al alcance de todos, lo que implica diversificar en términos de ubicaciones, segmentos objetivo e incluso tipologías, teniendo en cuenta los cambios demográficos que han surgido en la última década", argumenta Patrícia Barão, Responsable de Residencial, en JLL.