Tiago Alves, de 34 años, inició el negocio en 2012 e inauguró la fábrica actual, en Rabo de Peixe, en el municipio de Ribeira Grande, el 11 de diciembre de 2014.
Además de la unidad de fabricación, que produce una media anual de 16 toneladas de chocolate, la empresa también cuenta con dos tiendas donde se venden sus productos (una junto a la fábrica, en Rabo de Peixe, y otra en la ciudad de Ribeira Grande).
La empresa "O Chocolatinho" cuenta actualmente con 19 empleados (nueve en la fábrica y el resto en las tiendas) y la facturación en 2023, sólo en la facturación de las tiendas, fue de 600 mil euros, según el empresario.
En cuanto a la fábrica, sin especificar valores del año anterior, dijo que la facturación se duplicó, en comparación con los años 2019, 2020 y 2021.
"El volumen de negocio de nuestra fábrica está creciendo, lo que también nos está llevando a construir una nueva fábrica. Ahora estamos poniendo en marcha un nuevo proyecto. Vamos a abrir un polígono industrial vinculado únicamente a la industria chocolatera, con 1.200 metros cuadrados. Tendremos una chocolatería que también nos permitirá exportar con confianza", dijo el empresario a Lusa.
El objetivo es abrir la nueva unidad en un plazo de dos años para aumentar la producción, responder a las peticiones de los clientes e invertir en el llamado "mercado de la saudade" (exportación a los países donde viven los azorianos).
"Ahora mismo, el mercado de la nostalgia es nuestro objetivo. Estamos hablando de cerca de 150 tiendas en Estados Unidos [de América] y [en] Canadá que quieren nuestro producto y no pueden tenerlo, porque no tenemos, primero, forma de hacerlo llegar allí y, segundo, forma de producirlo en grandes cantidades", explicó.
La inversión en la nueva unidad fabril, que se construirá en la zona industrial de Rabo de Peixe, donde el empresario ya ha adquirido terrenos, aún no está definida, pero Tiago Alves garantiza que el "techo máximo" será de siete millones de euros y se realizará con fondos comunitarios, a través del Programa 2030.
Según el responsable, la nueva fábrica de chocolate de Rabo de Peixe se está diseñando para que tenga también una vertiente turística: "El objetivo de la fábrica es poder recibir turistas. En nuestra [actual] unidad de fabricación no podemos, porque es un área muy pequeña y no nos permite tener visitas".
Actualmente, la fábrica "O Chocolatinho" tiene clientes en el país (continente e islas) y en el extranjero (países de Europa central), Canadá y Estados Unidos.
Produce diversos productos del sector del chocolate, como bombones, trufas artesanales y derivados, con sabores característicos de las nueve islas de las Azores (piña, diversos licores, caramelo, miel, queso São Jorge, pimienta molida, fruta de la pasión, fresa, limón gallego, remolacha , té verde y negro de Gorreana, entre otros).
La empresa Rabo de Peixe también tiene un negocio de pastelería y helados.