Cuando funciona correctamente, es capaz de identificar y eliminar estas amenazas, protegiéndonos de las enfermedades. Pero por muy eficaz que sea, no siempre es perfecta. Puede volverse hiperactivo, provocando alergias o asma, o atacar al propio organismo, causando enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o la diabetes de tipo 1, entre otras.

Hay una serie de factores, genéticos o externos, que pueden debilitar el sistema inmunitario, haciendo al organismo más vulnerable. Es importante ser consciente y saber identificar los posibles signos de un sistema inmunitario debilitado.


Consulta algunas de estas situaciones, pero sobre todo, acude a tu médico para que te lo aclare.

Infecciones recurrentes. Si necesitas tomar antibióticos más de dos veces al año, puede ser señal de un sistema inmunitario debilitado. También es importante tener en cuenta que los antibióticos sólo deben tomarse cuando los prescribe un médico.

Visitas frecuentes al baño. El 70 por ciento del sistema inmunitario se encuentra en el aparato digestivo. Por ejemplo, las personas con diarrea de más de dos semanas de duración, sin evidencia de una infección como la gastroenteritis, pueden indicar que su sistema inmunitario está alterado.

Fatiga constante. La sensación de cansancio puede asociarse a problemas del sistema inmunitario, sobre todo cuando, a pesar de dormir bien, seguimos sintiéndonos agotados. Este síntoma de fatiga extrema se debe a un mecanismo que intenta conservar energía para "alimentar" nuestras defensas cuando necesitan luchar contra los microbios.

Dificultad para cicatrizar las heridas. Cuando nos cortamos o quemamos, la piel entra en acción para controlar el daño, protegiendo la lesión y regenerando la herida. Este proceso de cicatrización tiene una relación con el sistema inmunitario, y cuando nuestras defensas están sanas, todo este proceso se produce como es debido. En cambio, si hay un problema con el sistema inmunitario, las distintas lesiones cutáneas pueden tardar más en curarse.

Piel muy sensibilizada. La piel es la primera línea de defensa del organismo contra las infecciones. Si tienes la piel seca o enrojecida y sientes picor, puede ser señal de que tu sistema inmunitario está luchando contra una infección u otra afección. Las erupciones dolorosas o persistentes también pueden ser señal de un sistema inmunitario debilitado.


Adoptar un estilo de vida que favorezca la salud -incluida la del sistema inmunitario- es importante para todos. Estas son algunas estrategias que puedes poner en práctica en tu vida diaria:

  • Gestione bien el estrés: por ejemplo, practique yoga, medite, hágase masajes, tenga aficiones y manténgase en contacto con amigos y familiares u otras personas que constituyan una buena red de apoyo.
  • Adopte una dieta sana, variada y equilibrada.
  • Mantenga un peso adecuado.
  • Dormir bien y en cantidad adecuada. Dormir poco perjudica la producción normal de glóbulos blancos, que desempeñan un papel muy importante en el sistema inmunitario.
  • Haga ejercicio regularmente.
  • No fume.

  • Mantenga sus vacunas al día: las vacunas preparan a su sistema inmunitario para combatir las infecciones antes de que se instalen en su organismo.


Para más información, póngase en contacto con el Grupo HPA Saude en el teléfono (+351) 282 420 400.