"Hay que resolver la cuestión [falta de vivienda], pero no se trata de parar el mercado, lo que sería absolutamente catastrófico. No se puede parar la inversión extranjera aquí [Madeira], no se puede parar el sector inmobiliario, no se puede parar toda la actividad económica que está ligada al crecimiento del sector inmobiliario, porque eso sería un suicidio", dijo el socialdemócrata Miguel Albuquerque.

Preguntado sobre si la solución sería "limitar" o "crear un techo" a la venta de inmuebles a extranjeros, el jefe del Ejecutivo madeirense declaró: "Estoy en contra porque el mercado tiene que funcionar y es bueno que lo haga".

En su opinión, "esta idea socialista de controlar los precios, de controlar el mercado, conduce a la intervención del Estado, que crea disfunciones en el mercado y perjudica a todos".

En cuanto a la limitación de los alojamientos locales, Miguel Alburquerque consideró "importante que los ayuntamientos decidan", valorando el interés para los respectivos municipios, y añadió que esta situación sólo debe plantearse cuando "esté perjudicando la calidad de vida de los vecinos".

"Tenemos que tener cuidado con esta limitación en este momento, como todo el mundo sabe, los alquileres de temporada han proporcionado ingresos adicionales, especialmente para las familias que tienen edificios fuera de Funchal, en muchos municipios. Es un complemento importante a la renta familiar, pero corresponde a los ayuntamientos decidir", argumentó el gobernador de la isla.

Sobre el aumento de las acciones de desahucio en la región, Miguel Albuquerque advirtió que "los propietarios no tienen que hacer la labor social del Estado", porque vivimos "en un Estado de Derecho", y existe el derecho a la propiedad privada.

Vivienda asequible

Alburquerque también destacó que el Gobierno regional "tiene que encontrar una solución para poner en el mercado viviendas a precios asequibles para los vecinos y las familias".

Entre los mecanismos para resolver el problema, destacó la apuesta por la construcción de viviendas en régimen de cooperativa, como ocurrió en los años 90, a costes controlados, mencionando que "se están invirtiendo 128 ME en vivienda popular".

"Hay otras opciones, pero en este momento, nuestra principal prioridad será avanzar en estas dos opciones: seguir invirtiendo en vivienda asequible, continuar y reforzar rápidamente la construcción a costes controlados, colocando viviendas un 30% por debajo del precio de mercado para las familias y con otros complementos que puedan existir en cuanto a facilidades de adquisición", reforzó.

Miguel Albuquerque recordó que el ejecutivo madeirense tenía "dos proyectos para lanzar, no pudieron ser lanzados porque el gobierno cayó, el presupuesto fue rechazado. Uno de ellos era de 220 apartamentos en los terrenos de Tecnopolo (Funchal) y otro detrás de APEL (un colegio de Funchal), además de 53 apartamentos para construir a través de la modalidad de cooperativa".

"Tenemos más de 400 unidades en construcción, algunas de las cuales ya han sido entregadas", destacó.

El responsable insular afirmó que el Gobierno regional seguirá haciendo este trabajo, indicando que los ayuntamientos y el Ejecutivo disponen de suelo que puede ser cedido a las cooperativas para que construyan y, junto con otras medidas, se puedan reducir "sustancialmente" los costes.

"Tenemos que tener el mercado funcionando", y hay que solucionar el problema de la falta de vivienda sin introducir "disfuncionalidades, porque eso trae pobreza y ralentización de la economía, trae desconfianza, trae retracción de la inversión", concluyó.