Taste Atlas ha publicado su última lista de los 150 restaurantes más legendarios del mundo y tres restaurantes portugueses figuran en ella, dos de ellos entre los 50 primeros.

Según la guía: "No son sólo lugares donde comer, sino destinos por derecho propio, comparables a los museos, galerías y monumentos más famosos del mundo. Cada uno de ellos ha resistido el paso del tiempo, evitando los trucos de moda en favor de una cocina tradicional de alta calidad".

"Desde pequeños restaurantes familiares hasta prestigiosos establecimientos con estrellas Michelin, todos comparten un compromiso con la autenticidad culinaria. Aquí, la atención se centra en la comida auténtica con sabores intensos, a menudo con recetas ancestrales transmitidas de generación en generación".

En el número 40 de la lista figura el Café Santiago de Oporto, cuyo plato emblemático es la Francesinha. "El CaféSantiago ocupa un lugar especial en el mundo culinario desde su fundación en 1959, y se ha hecho famoso por su francesinha, un sándwich rico e indulgente que se erige en símbolo de la tradición culinaria de Oporto. Este sustancioso sándwich, con capas de jamón curado, salchicha, bistec, queso fundido y una salsa única a base de cerveza, es adorado por su sustanciosidad y sabrosa complejidad.

"No es sólo un café; el Café Santiago es patrimonio culinario, y la francesinha desempeña un papel clave en la representación del rico tapiz gastronómico de la ciudad".

La Adega das Gravatas ocupa el número 44 de la lista y su plato emblemático es el polvoá lagareiro.

"La Adega das Gravatas de Lisboa (Portugal) es portadora de una rica herencia de la gastronomía portuguesa, con un marcado guiño a la tradición y la autenticidad. Su plato estrella, el polvo à lagareiro, una preparación clásica de pulpo asado con aceite de oliva, ajo y patatas pequeñas, es un ejemplo de la maestría marinera del país.

"La textura y el sabor del plato, tierno pulpo yuxtapuesto a patatas crujientes, han cosechado considerables elogios de lugareños y turistas. Esta combinación de habilidad culinaria y tradición, encapsulada en su plato principal, consolida firmemente a Adega das Gravatas en los corazones de los amantes de la gastronomía".

El último restaurante portugués es Bonjardim, de Lisboa, que ocupa el puesto 124 por su pollo piri-piri.