En el documento, publicado en la web oficial del Instituto de Movilidad y Transportes (IMT), la concesionaria argumenta que para garantizar el reembolso de la inversión y la sostenibilidad económica de la concesión, sin apoyo financiero público, sugiere "la introducción de un aumento anual progresivo de las tasas aeroportuarias en el aeropuerto de Lisboa de 2026 a 2030" para "alcanzar en 2030 un ingreso regulado por pasajero terminal (RRMM) de 23,37 euros en términos reales".
Además, propone ampliar la duración de la concesión de los aeropuertos nacionales otros 30 años "para permitir la amortización de la inversión en el nuevo aeropuerto de Lisboa", que se ubicará en Alcochete.
El actual contrato en vigor, firmado en 2012, prevé una concesión de 50 años.
El informe inicial entregado por ANA al Gobierno el 17 de diciembre prevé que el aeropuerto Luís de Camões costará 8.500 millones de euros, de los que 7.000 millones se financiarán mediante emisión de deuda.
El documento se hizo público después de que el Gobierno comunicara a ANA Aeroportos su intención de que siga adelante con la solicitud del nuevo aeropuerto, en el Campo de Tiro de Alcochete, y afirmara que la propuesta de la concesionaria no prevé una aportación directa de los Presupuestos del Estado.
En un comunicado, el Gobierno también señaló que el "objetivo es garantizar la competitividad de las tasas aeroportuarias y limitar la prórroga de la concesión".
El Ministerio de Infraestructuras y Vivienda subrayó que esta fase de negociación del proceso con ANA tendrá lugar después de la presentación de la solicitud, por lo que esta respuesta no significa que se acepten las condiciones establecidas en el informe inicial.