"El Ministerio de Medio Ambiente y Energía estudia la recalificación del Fuerte de São João Batista y su adaptación como centro de interpretación ambiental, con financiación de la tasa turística y del Fondo de Medio Ambiente", según una orden publicada en el Boletín Oficial.

El Gobierno admitió que el monumento nacional, utilizado durante décadas como "estructura de alojamiento temporal, con pocas condiciones", "está degradado y muy por debajo del potencial histórico y arquitectónico que posee".

La isla de Berlengas, Reserva Mundial de la Biosfera de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) desde hace más de una década, "no cuenta con un centro de recepción e interpretación medioambiental que pueda contribuir a una visita más informada por parte de los turistas".

"Recuperar una fortaleza degradada y transformarla en un centro de conocimiento de la biodiversidad puede enriquecer la experiencia de los visitantes que acuden a Berlengas y proporcionar una estructura de apoyo a las actividades científicas, especialmente fuera de la temporada turística", destaca el Ministerio de Medio Ambiente y Energía.

El Gobierno ha dado un plazo de seis meses al comité de cogestión de la Reserva Natural de Berlengas para que realice un estudio que analice la viabilidad del proyecto y cómo puede contribuir a una "gestión más eficaz" de la población de la isla.

El estudio deberá contemplar también los costes y las fuentes de financiación, así como soluciones para la autosuficiencia hídrica y energética del espacio.

Aunque el uso del fuerte pueda cambiarse para otros fines, en el ámbito del proyecto "podría seguir considerándose un espacio alojativo adecuado dedicado a actividades prioritarias de carácter educativo y científico, incluyendo instalaciones de laboratorio que pudieran servir de apoyo a trabajos de investigación", admite.

La medida está incluida en el Plan de Cogestión de la Reserva Natural de Berlengas, aprobado en diciembre de 2023.

Desde 2022, los visitantes de la isla de Berlengas pagan una tasa turística de tres euros al día (la mitad para niños y jóvenes de entre 6 y 18 años, y para mayores de 65).

La medida pretende contribuir a su autosostenibilidad, tratando de establecer un equilibrio entre la conservación de la naturaleza y la presión turística.

En 2023, la isla recibió 77.586 visitantes, que generaron unos ingresos de 207.000 euros por la tasa turística, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y Biodiversidad, que forma parte del comité de cogestión con el Ayuntamiento de Peniche.

Pese a los beneficios económicos y medioambientales, el Gobierno advierte de las "dificultades para gestionar la presión turística y el número de operadores que gestionan las embarcaciones y grupos que llegan a la isla".

Desde 2019, la isla tiene un límite diario de 550 visitantes al mismo tiempo, establecido por ordenanza, para minimizar los efectos del turismo sobre las especies sensibles y los hábitats naturales, dada la pequeña extensión territorial del archipiélago.

El archipiélago fue clasificado en 2011 como Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), tiene el estatus de reserva natural desde 1981, es Lugar de la Red Natura 2000 desde 1997 y fue clasificado como Zona de Especial Protección para las Aves Silvestres en 1999.