A medida que la temperatura desciende, la paleta de colores en las calles cambia. A partir de septiembre, Portugal empieza a tener un aspecto más anaranjado. Los árboles pierden sus hojas, dejando hojas secas en el suelo de los jardines. En otoño, las rutinas cambian, empiezan las clases para los más pequeños y los padres comienzan una nueva rutina con sus hijos.
Además de los colores y los cambios, el otoño también trae consigo manjares, apreciados por muchos. Todo ello contribuye a llevar el otoño a los hogares. Cuando llega el otoño, la gente busca alimentos reconfortantes, dejando de lado la fruta fresca del verano.
Según la dieta mediterránea, el ser humano debe comer los productos de la temporada, lo que significa que en otoño debe comer los productos que la naturaleza nos ofrece en esta estación.
Castañas
Las castañas son probablemente el fruto que más atrae al otoño. Es imposible pensar en la estación sin pensar en los magustos. Las castañas son un fruto seco, procedente del castaño, rico en vitaminas, es un fruto muy apreciado en esta época del año en Portugal. Compradas en el supermercado o en la calle, son pocas las personas que no aprecian este manjar. Son las que marcan el inicio de la jornada laboral de muchos asadores callejeros, que garantizan parte de su presupuesto para vender castañas en las calles de la ciudad. Asadas a la vista de todos, los clientes pueden comprar castañas calientes asadas de una forma muy especial, que sólo los asadores callejeros conocen y guardan la receta con mucho cuidado. En casa, pueden hacerse al horno, sólo con sal, cocidas con hinojo, o utilizarse en un puré, una sopa, o incluso para acompañar un buen trozo de carne asada al horno.
Membrillo
Otra fruta que sólo existe en otoño: el membrillo. Por lo general, no se consume crudo, ya que su sabor es amargo y su pulpa es bastante áspera, por lo que no es agradable comerlo inmediatamente después de ser recogido del árbol. A pesar de sus numerosos beneficios para la salud, el membrillo se suele consumir en forma de mermelada. La mermelada es nada menos que un dulce de membrillo. La fruta se cuece en agua y azúcar y, cuando se adquiere en los supermercados, se presenta en forma rectangular o cuadrada para poder cortarla en rodajas finas. Se suele acompañar de queso, o se puede untar en una tostada con mantequilla.
Granada
El fruto rojo de la granada tiene muchos beneficios para la salud. Este antioxidante natural es una fruta muy versátil. A pesar del reto que supone pelarla, después de probarla, la gente se olvida de todo el tiempo que costó poner los pequeños gajos rojos en el vaso. Se puede comer al natural o con un poco de azúcar. Sin embargo, es muy bueno mezclado en yogur a la hora de la merienda, o incluso en zumo, con características antioxidantes que su cuerpo le agradecerá.
Caqui
Odiado por muchos, pero amado por otros muchos, es el caqui. Esta fruta de origen asiático forma parte del otoño portugués desde hace varios siglos. Una fruta peculiar, bastante saludable y recomendada por los nutricionistas, cuando se hace una dieta de déficit calórico, para perder peso, por ejemplo. En Portugal existen dos variantes de caqui: el de roer y el de abrir, como dice el pueblo. El caqui de roer se puede comer como una manzana, la textura es similar y, como su nombre indica, se puede roer. Su color es anaranjado, pero sigue siendo tan dulce como el abierto. El caqui abierto es más blando y debe manipularse y transportarse con cuidado, ya que puede reventar fácilmente. Con el caqui abierto, lo ideal es comer la pulpa con una cuchara, la textura puede ser más gelatinosa y rojiza, pero seguro que gustará a todos los paladares. Pero cuidado, el caqui debe comerse bastante maduro. Al consumir la fruta antes de que esté madura se pueden ingerir taninos, que pueden contraer los músculos de la boca durante unos segundos.
Manzanas
Es sabido que las manzanas se pueden comprar en el supermercado durante todo el año, sin embargo, la estación natural de crecimiento de las manzanas es el otoño. Su sabor es ya conocido por todos y la forma de comerla naturalmente también. Sin embargo, el otoño reclama alimentos más acogedores y cálidos y, en este sentido, la manzana puede ser un alimento muy versátil. Con la particularidad de encajar perfectamente con la intensidad de la canela, asar manzanas en el horno puede ser un excelente postre de otoño, o algo menos portugués, con manzanas y canela se puede hacer un Strudel.
Deeply in love with music and with a guilty pleasure in criminal cases, Bruno G. Santos decided to study Journalism and Communication, hoping to combine both passions into writing. The journalist is also a passionate traveller who likes to write about other cultures and discover the various hidden gems from Portugal and the world. Press card: 8463.