Las empresas que transforman vehículos argumentaron que los retrasos les han impedido cumplir los contratos, mientras que el IMT justifica los retrasos por la falta de recursos, las dificultades informáticas y el hecho de que algunos procesos no se presentan bien.
En declaraciones a Lusa, Ana Cabouco, de Baltrina, dijo que "los procedimientos cambian con frecuencia", que las normas aplicadas "no son uniformes ni para todos los procesos, ni en todas las delegaciones" del IMT.
"Tengo procesos que sólo ahora, después de cuatro meses, se finalizaron y tengo otros en los que, en una semana, se programó una inspección", dijo, recordando que, en este momento, tiene procesos esperando alrededor de tres meses.
A pesar de reconocer que las cosas están mejorando, destacó que a menudo acaba presentando casos fuera de Lisboa porque la espera es menor.
Las dificultades son corroboradas por la empresa Auto Ribeiro, que explicó a Lusa que los procesos de homologación de vehículos con matrícula no son considerados urgentes por el IMT, lo que hace que muchas veces los casos de coches para transporte de personas con movilidad reducida tarden más.
Dijo que la compañía tiene alrededor de 30 vehículos listos a la espera de la "luz verde" de la IMT, en una inversión de alrededor de 60 mil euros por coche: "ya se pueden hacer una idea de los millones que tenemos aquí".
José Bourdain, de la Asociación Nacional de Cuidados Continuados(ANCC), dijo a Lusa que la institución que dirige en Sintra (Cercitop) tiene desde hace meses un vehículo de nueve plazas ya transformado (con rampa para el transporte de personas en silla de ruedas) a la espera de la 'luz verde' del IMT.
En la información remitida a la Conselleria de Infraestructuras y Vivienda, el responsable destacó el "grave perjuicio" que esta situación causa a las empresas transformadoras de vehículos, con impacto en el apoyo a personas con discapacidad y mayores, así como al Servicio Nacional de Salud, en lo que se refiere al transporte de pacientes urgentes o no urgentes.
En la carta enviada al Gobierno, advierte de que, con la burocracia y las constantes exigencias, estas empresas pueden "dejar de producir vehículos para el transporte de ancianos y personas con discapacidad, además de ambulancias", lo que considera "dramático".
Contactado por Lusa, el IMT reconoció las dificultades, que explica con la escasez de recursos humanos, la herencia tecnológica de las aplicaciones informáticas del instituto y la "escasa presentación de algunas solicitudes" a los servicios, y añadió que ya ha promovido sesiones aclaratorias con las empresas para intentar agilizar las respuestas.
El IMT aclaró que el plazo medio de tramitación de los procesos ronda los 90 días, pero "con tendencia a reducirse".
En cuanto a los recursos humanos, recordaron que el análisis técnico de los procesos de transformación "debe ser realizado por ingenieros mecánicos" y que "no siempre ha sido posible contratar, en número suficiente, trabajadores para el área de vehículos".
Aún así, el IMT "ha ido aumentando su capacidad para responder a las peticiones de la industria de transformación de vehículos", señalando la reciente incorporación de cinco ingenieros "para el área de homologación de vehículos".
En cuanto a la disparidad de criterios utilizados en el análisis de los expedientes, señaló que ha hecho "un esfuerzo de formación/actualización de sus trabajadores", con el fin de simplificar y homogeneizar los procedimientos.
En cuanto a los medios informáticos, indicó que muchas de las aplicaciones informáticas "están anticuadas", pero recordó que el instituto ya ha avanzado en el proceso de "modernización tecnológica", en una inversión de 2,5 millones de euros, que se extenderá hasta diciembre de 2025.